José Vilchis Guerrero
El presidente Andrés Manuel López Obrador salió en defensa de su hijo mayor, José Ramón López Beltrán, y dijo que las residencias en Houston y la camioneta Mercedes Benz, que usan son propiedad de su esposa, Carolyn Adams, “que tiene dinero”.
Hace unos días, Latinus y Mexicanos contra la corrupción y la impunidad (MCCI) difundieron una investigación de los lujos en los que vive el primogénito del presidente López Obrador. Señalan que Carolyn Adams, esposa de López Beltrán, adquirió la propiedad que pertenecía a Keith L. Schilling, alto ejecutivo de Baker Hughes, compañía petrolera que tiene contratos vigentes con el gobierno de López Obrador por más de 151 millones de dólares en obras para Pemex.
Después de esta publicación, el Presidente aprovechó para decir en su conferencia matutina de este lunes en Palacio Nacional que sus opositores y la prensa a su servicio “quieren equiparar y decir que los servidores públicos son iguales” a los de otros gobiernos.
Durante la conferencia de prensa en Palacio Nacional el jefe del Ejecutivo aclaró que en su gobierno no tienen ninguna influencia sus hijos y no se le da contrato a ningún recomendado. Además, “en el asunto del matrimonio está complicado meterse”.
Indicó, “ellos se casaron y al parecer la señora tiene dinero, pero no tiene nada qué ver con el gobierno. (No se les ha entregado) Ni un contrato, ni una recomendación. No somos iguales”.
Atacó a Carlos Loret de Mola, por hacer grande el escándalo y lo calificó como “mercenario”. Aseguró que él cree que son iguales, cuando él está al servicio de la ‘Mafia del poder’. Carmen Aristegui hasta quiso comparar el caso con el de la Casa Blanca del ex presidente Peña Nieto, dijo.
Recordó el primer mandatario que el informador participó en el montaje televisivo de la banda los Zodiaco y la detención de Israel Vallarta y su pareja Florance Cassez, operativo que estuvo a cargo de Genaro García Luna, secretario de Seguridad de Felipe Calderón.
“Era muy amigo de Genaro García Luna y Felipe Calderón Hinojosa. En los sismos de 2017 fue capaz de inventar el personaje de la niña Frida Sofía, en complicidad de malos funcionarios de la Secretaría de Marina. Tenía de rodillas a casi todos los servidores públicos”, acusó.