Oraciones a San Lázaro
Ernesto Zavaleta
Tras la derrota electoral de la coalición opositora todo se pregunta ¿Qué aporta Alito y el PRI?
No sólo los militantes del PRI ya consideran la salida de Alejandro Moreno Cárdenas de la dirigencia del partido, sus socios Marko Cortés y Jesús Zambrano, dirigentes nacionales del PAN y PRD, respectivamente, ven con desconfianza a su homólogo priísta y eluden declarar sobre su futuro en la coalición opositora, y la cabeza financiera de esa alianza Claudio X. González, a través de Mexicanos Contra la Corrupción, ya actuó y lanza una investigación contra Alito.
En la página de la organización civil www.contralacorrupcion.mx hay un aparatado en “investigaciones” cuyo título es “La Red de Alito Moreno para triangular dinero con la compra-venta de inmuebles” https://contralacorrupcion.mx/la-red-de-alito-moreno-para-triangular-dinero-con-la-compra-venta-de-inmuebles/ .
Fechado el 7 de junio, dos días después de la elección para gobernador en seis estados, el informe es lapidario, y así inicia:
“Rafael Alejandro Moreno Cárdenas, exgobernador de Campeche y líder nacional del PRI, utilizó su influencia política y poder para triangular dinero a través de la compra y venta de inmuebles con el objetivo de no dejar rastro en sus declaraciones patrimoniales ni ante la autoridad fiscal.
De parte de sus “aliados” actuales, se detalla cada una de las 35 propiedades del hasta ahora líder nacional del PRI con las que se supone incurrió varios delitos de los fueros común y federal en complicidad con varios de sus familiares.
La página incluye los audios y versiones textuales de las conversaciones telefónicas de Moreno Cárdenas con sus cómplices, filtradas por la gobernadora de Campeche Layda Sansores, las actas levantadas por el ministerio público campechano, los amparos para rescatar algunas de esas propiedades del aseguramiento aplicado por jueces locales, así como títulos de propiedad y otros documentos incriminatorios.
Luego de darse a conocer las grabaciones filtradas por Layda Sansores, gobernadora e Campeche Alito, con Marko Cortés de un lado y Jesús Zambrano del otro aseguro apenas cinco días antes de las elecciones del 5 de junio:
“No nos van a asustar, yo fui electo cuatro años presidente del PRI y aquí voy a estar al frente, no me van a doblar y lo que estamos haciendo es demostrar y señalar a este gobierno (el de López Obrador) corrupto”.
Y dijo a sus acompañantes y homólogos “Hoy soy yo, mañana puede ser cualquiera de ustedes”.
Días después, el 5 de junio pasado, Moreno Cárdenas se consolido como el máximo perdedor al frente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI en toda la historia del partido al llegar a 10 derrotas en elecciones para gobernador contra un triunfo.
Cabe recordar que su más cercano competidor en este rubro, Manlio Fabio Beltrones, renunció al perder siete de 12. En ese fatídico 2015 el sonorense atino a decir que era un momento de reflexión y cambio “toca hacer una pausa necesaria”, y dejo la dirigencia.
Moreno Cárdenas ya perdió en diez, y después de perder los estados de Oaxaca e Hidalgo, e incluso perder el registro estatal como partido, y por tanto sus prerrogativas, en Quintana Roo, y si, recuperar Durango, Alito tiene ahora enfrente las elecciones de Coahuila y el estado de México para 2023. E insiste en quedarse al frente.
Ambos procesos, Coahuila y México, de la mano de Alito, los inicia el PRI con el pie izquierdo, en el estado del norte con declaraciones de corrupción y generadores de violencia en contra del PRI de un ex dirigente nacional y gobernador de esa entidad Humberto Moreira Valdez.
El ex mandatario y líder acusó a su hermano Rubén Moreira, también ex gobernador y ahora cabeza de la bancada priísta en la Cámara de los Diputados, y a su cuñada Carolina Viggiano Austria, candidata perdedora en Hidalgo y secretaria general del CEN del PRI de ser capaces de generar violencia y realizar ejecuciones contra la población hidalguense.
Mientras en el estado de México arrancan las encuestas con al menos 20 por ciento a favor de Morena en las preferencias de voto frente al PRI, el PAN, y PRD, juntos o por separado, y un gobernador Alfredo del Mazo Masa, muy coqueto tanto con el presidente Andrés Manuel López Obrador, como con la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum… y por qué no, también aspirante a embajador.
Un panorama desalentador para la coalición opositora tanto en el 2023 como para el 2024 con un socio perdedor.
Y al interior del PRI ya no quieren esperar más derrotas.
Se suman a las críticas contra el mayor perdedor en la historia del PRI, hasta otros perdedores, el primero de ese partido en perder la presidencia en 2000, Francisco Labastida Ochoa, y el segundo en hacer lo mismo en 2006 Roberto Madrazo Pintado, ambos piden la salida de Moreno Cárdenas.
El primero llamó a Alito “el sepulturero del PRI”, en una entrevista radiofónica Labastida Ocha “lamento haber acertado (al llamarlo así), ojalá me hubiera equivocado. Pero todos los indicios de él indicaban que íbamos a tener estos resultados que estamos teniendo”.
Mientras el segundo, Madrazo Pintado, a través de redes sociales, llamó a un cambio:
“Por el bien del partido y de México, Alito Moreno debe dejar la diligencia del PRI para dar inicio a una diligencia de consensos. Se debe convocar a la asamblea nacional para elaborar una nueva propuesta competitiva. Sólo aprendiendo del pasado, el PRI puede aspirar a un futuro”.
En tanto líderes de corrientes y fracciones del tricolor como José Encarnación Alfaro, Fernando Lerdo de Tejada, José Ramón Martell entre otros, exigieron la salida de Alito y la renovación inmediata del CEN del PRI por el bien del partido y de México y declararon en conjunto:
“Es evidente que la dirigencia nacional del partido no ha logrado cumplir con su responsabilidad primaria que es ganar elecciones y en cambio ha asumido una visión patrimonialista, autoritaria, excluyente y centrada solo en intereses y ambiciones personales, constituyéndose en bochornosos escándalos que afectan nuestra imagen y prestigio”.
Otros fueron más mesurados, como el senador yucateco Jorge Carlos Ramírez Marín, quien llamo a revisar los resultados y hacer una reflexión sobre lo que conviene al partido en lo individual y como parte de la alianza opositora.
“Después de cada proceso obviamente tiene que venir una reflexión y eso no se puede interpretar de ninguna manera, ni como una revuelta interna, ni mucho menos, tiene que haber una reflexión, qué nos convino, qué no, donde ganamos, donde perdimos, cuáles fueron las razones”, dijo el legislador.
Al exterior la opinión de Alito tampoco es buena, fuera de la coalición del PAN, PRI y PRD esta Movimiento Ciudadano como la única otra opción visible y real, pero su dirigente, Dante Delgado Ranauro llama ineficiente el proyecto tripartidista y rechaza toda posibilidad de alianza.
“Se ha visto que una y otra vez el proyecto que han estado construyendo las fuerzas históricas es ineficiente, no obtiene éxitos electorales, y nosotros vamos por la victoria electoral y la estamos construyendo, aunque algunos no lo crean y otros no lo adviertan en este momento, Movimiento Ciudadano está construyendo la opción que habrá de ganar la Presidencia de la República”.
Así respondió el veracruzano al senador de Morena Ricardo Monreal, a la pregunta de si se uniría a esa coalición, y como Morena sigue sumando en sus filas a quienes desertan del PRI, como lo hizo con Ivonne Ortega quien ya hace dos años en la elección que le ganó Moreno Cárdenas advirtió a grito abierto en el auditorio Plutarlo Elias Calles:
“Alito está acusado de corrupción, de provocar la división del partido, enriquecimiento personal dudoso y de tener alianzas políticas con priistas con supuestas imputaciones delictivas”, vaya con la yucateca y su bola de cristal.
Hasta el presiente López Obrador se burla y bromea “si hay tiro… pero entre el PAN y el PRI”, y aseguró que los panistas se quieren separar del tricolor por la polémica en torno a su dirigente Alejandro Moreno, dijo en la mañanera..
Alito insiste en que se trata de una “operación de Estado”, en la que presuntamente el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha iniciado una “venganza política” contra su persona por haber hecho que su partido votara en contra de la Reforma Eléctrica.
Moreno Cárdenas debe renunciar a la dirigencia de su partido por el bien de éste, de la alianza opositora y de México, y si no lo hace, bueno ahí viene la reforma electoral, quizá lleve al Revolucionario Institucional por el camino de los ahora gobernadores electos en Tamaulipas, Américo Villareal, y de Hidalgo, Julio Menchaca… del PRI directo a Morena.
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