Columnaria
Juan Chávez
Insisto: es irremisible, por lo menos para mí, la caída de Javier Duarte en Veracruz.
Ayer lo establecí, y se me criticó que en un santiamén lo haya mandado al otro mundo políticamente hablando.
La inminencia la sustento en el hecho, para mí claro, en que la única forma de sacar raja de su desgobierno en Veracruz, es convertirlo en “herramienta electoral”.
Y eso únicamente se conseguirá si el propio PRI se lo echa al plato y lo somete a juicio político.
No veo otra forma, por otro lado, para que el partido de Manlio Fabio Beltrones logre, si acaso, el triunfo en las elecciones del 5 de junio.
Las campañas político-electorales arrancarán en abril próximo y quizá si antes de que las cámaras concluyan su período ordinario de sesiones se da entrada formal a la petición de desafuero del gobernador Duarte, el PRI aletearía en la entidad veracruzana, con su candidato Héctor Yunes.
De otra forma habrá que darlo por muerto y, como victoria anunciada, levantarle la mano a otro Yunes, Miguel Ángel, su primo hermano por cierto, que va por la coalición PAN-PRD.
La campaña, sobre todo el Veracruz, será sustentada en descalificaciones. No definitivamente entre los candidatos sino más bien de los dos Yunes contra Javier Duarte y la impunidad que, hemos dicho, el glorificó en ese estado.
La cruzada electoral veracruzana, así, será tremendo desgaste para las filas priistas y sus otros candidatos que se la rifarán por las otras 11 entidades que también tienen elección de gobernador.
Más de 10 periodistas fueron ejecutados en Veracruz en el sexenio de Duarte que aún no concluye. Se suma a este sangriento hecho, los cinco jóvenes desaparecidos en Tierra Blanca y ejecutados y calcinados tipo “caso Iguala”.
En la Semana Santa hubo otros tres jóvenes desaparecidos y ejecutados por policías municipales de Papantla y por si fuera poco, el caso de la menor violada en Boca del Río en mayo pasado y que apenas salió a luz pública esta semana.
En este último hecho hubo cuatro jóvenes “influyentes” ya detenidos y cuando se le preguntó al todavía gobernador sobre esta violación colectiva, contestó “carecer de información” y por lo mismo hizo mutis.
Un gobernador pues desinformado, aparte de no ser “agua bendita” precisamente. En fin… PRI prepárate para absorber la derrota, que será infamante por culpa del “desgobernador” Duarte.
