Columnaria
Juan Chávez
El de las pensiones, es un tema recurrente. Se machaca una y otra vez, y se destaca que los trabajadores no alcanzan ni a tiros una jubilación equivalente al sueldo que reciben en el momento de decidir pasar al mundo de los pensionados.
Los ex presidentes, en cambio, cobran una pensión vitalicia mensual que asciende a unos 205 mil pesos al mes, el ingreso igual al que recibe un secretario de Estado.
Los angelitos también se llevan personal del Ejército y la Armada “para su servicio directo”.
Aparte, del erario nacional se les otorgan bonos y aguinaldo y se les paga servicio telefónico, automovilístico y servicios domiciliarios (predial, agua, luz, jardinería, etcétera).
Lo que cuenta es que esa pensión vitalicia y las prerrogativas que incluyen seguro médico de gastos mayores, no tienen sustento legal.
En otras palabras, los “ex” sin haber pagado un centavo al Sistema de Ahorro para el Retiro (Afores), menguan de la hacienda pública su bienestar futuro “a gran altura” para no extrañar su endiosada vida en Los Pinos.
La dádiva pues figuró en primer término en el acuerdo 7637 promovido por Luis Echeverría cinco días antes de convertirse precisamente en ex presidente.
Pero tal acuerdo no lo firmó. Solo lo signaron los secretarios de la Defensa y Marina y quedó integrado al archivo de la entonces secretaría de la Presidencia.
Luego, el 31 de marzo de 1987, Carlos Salinas de Gortari lo modificó para precisar que los ex presidentes contarían con un total de 25 empleados de la Federación, “quienes estarán a su servicio directo”.
El beneficio, en el caso de José López Portillo, se hizo extensivo a su viuda, la ex actriz Sasha Montenegro.
Del ex presidente Ernesto Zedillo que anunció su renuncia a la pensión, no hay registro en la secretaría de Hacienda que así haya sido.
Otros ex presidentes que disfrutan la pensión vitalicia son Luis Echeverría, Carlos Salinas de Gortari, Vicente Fox y Felipe Calderón. Enrique Peña Nieto, si la Cámara de Diputados no da muerte a ese acuerdo presidencial, engrosará la nómina pensionaria dentro de dos años.
En la cámara baja los partidos Movimiento Ciudadano y Morena promueven un proyecto de ley para hacer desaparecer tal prestación a quienes vivieron como reyes en la residencia presidencial.
El PRD impulsa una iniciativa menos drástica. Quiere únicamente que se regule. No importa, para los del sol azteca, que los recortes presupuestales hayan afectado directamente el rubro de capitalidad para el gobierno de la ciudad de México, según el paquete económico que el nuevo secretario de Hacienda José Antonio Meade presentó al día siguiente de asumir la cartera de la lana nacional.
