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Incesto, gloria de ayer

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Hace miles de años, nadie se espantaba.

Bueno, eran pocos y a lo mejor por eso, por la satisfacción de la necesidad fisiológica que entraña el apremiante y exigente  deseo sexual, el incesto era práctica normal.

 

De hecho, si nos atenemos a las sagradas escrituras de la Biblia, no era pecado echarse un clavado con la hermana.

¿Qué pasó con Caín, por ejemplo?

Luego que Dios lo expulsó de las tierras que ya no se sabe si eran del Edén o de otra gloriosa parcela, la Biblia no consigna con quién casó.

Lo que si anota el Antiguo Testamento es que Caín salió de esas heredades y fue a fundar una ciudad. ¿Con quién? ¿Con quiénes?

No hay respuesta. El silenció de las escrituras es ominoso y deja que la mente cabalgue libremente y a toda carrera.

Por eso, es justo pensar que Caín pudo hacer pareja con una hermana, hija también de Adán y Eva.

Y se puede llegar a masticar otro pensamiento más oscuro, áspero y grotesco: Qué se aventó un tiro con su madre Eva y que por eso Abel respingo. No soportó tal evento o bien disputó con el hermano el celo de la carne, de la pasión que despierta ese célebre  instante de placer.

Hoy, la agencia española EFE hizo rodar por el mundo una feraz noticia:

“Una niña de 11 años dio a luz en España a un bebé cuyo padre es su hermano de 14 años”.

Incesto puro, reprobado por el mundo de nuestros días.

En la tradición judía, el hombre, a los 14 años dejaba de ser niño y podía casarse y hacer sexo.

Igual acontecía con la mujer. La virgen María salió del templo muy niña, apenas rebasando los 12 años que al sumo sacerdote Zacarías se le hacían ya muchos para seguir manteniendo en el templo de Jerusalén a la nena.

No es irracional, si se es creyente a pie justillas de las escrituras bíblicas, pensar que la humanidad entera es producto de los incestos practicados luego de que Adán y Eva comieron el “fruto prohibido” y tuvieron a su primer hijo Caín.

En la España de la que EFE produce la “nota aterradora”, la edad mínima para mantener relaciones sexuales consentidas es de dieciséis años.

En México, en la selva de los Altos de Chiapas, el incesto es común entre la etnia lacandona. Incluso, el quebrantamiento de la norma prohibitiva en toda sociedad que se respeta, se atribuye la decadencia de ese grupo que es respetuoso de sus costumbres y creencias.

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