El presidente Mursi y los líderes de los Hermanos Musulmanes tienen prohibido abandonar el país
Yerahmiel Barylka / Corresponsal Al Momento
Jeerusalen, 3 de julio (Al Momento).- El ultimátum dado por el Ejército al presidente Mohamed Mursi, venció y nadie sabe con exactitud cuál será la suerte del mandatario egipcio.
Todo hace suponer que está siendo retenido por las fuerzas de seguridad y hay rumores que ha recibido heridas en una pierna, pero, otros dicen que es tratado con todo el respeto y que se encuentra en su sede gubernamental.
Todos esperan un comunicado del Ejército, pero, éste se hace esperar, hasta que las fuerzas militares se ubiquen estratégicamente para evitar enfrentamientos entre los partidarios de Mursi y sus opositores.
Los soldados se van ubicando entre los dos bandos en previsión de la violencia. El Cairo parece una ciudad sitiada y tanques y tanquetas se encuentran en puntos estratégicos. Es muy probable que después que se haga público el comunicado del Ejército, se declare el Estado de Emergencia.
Lo que sucede en Egipto se ve como un Golpe de Estado militar pese a que las fuerzas armadas, buscan un acuerdo para que un triunvirato o un cuarteto de notables asuman el poder y constituyan un gabinete de profesionales no identificados políticamente hasta que convoquen a elecciones.
Las autoridades de los aeropuertos, los puestos terrestres fronterizos y los puertos navales recibieron órdenes de impedir que Mursi y la cúpula de los Hermanos Musulmanes –muchos de ellos liberados con el ascenso de Mursi al poder- viajen al extranjero.
La multitud impaciente festeja adelantándose al anuncio de las Fuerzas Armadas, convencida que el régimen de Mursi duró sólo un año, pero, nadie sabe a ciencia cierta que se desarrollará en las próximas horas y días.
Nadie puede prever ni especular con certeza lo que sucederá. Los cambios de la “primavera árabe” que en Egipto ya se convirtió en un ardiente verano, son más rápidos de lo imaginable y son absolutamente imprevisibles.