Hugo L. del Río
Ciudad Benito Juárez forma parte, en el mapa, de nuestro estado. En la vida real, es uno de los narcomunicipios que tanto abundan en Tamaulipas. La corrupción rige la vida de los vecinos: si Rodolfo Ambriz es un presidente municipal de a de veras entonces yo soy un marciano.
La depravación moral está presente en todos los espacios de la vida comunal: desde asesinatos, trasiego de narcóticos, secuestros o levantones, extorsiones y todo eso hasta robar una o dos cajas de clips. Cada quien roba lo que puede. Y claro, en esta siniestra hermandad, los malosos se protegen entre sí. Un policía ebrio, Antonio Mendoza Rojas, conduciendo a más de cien kilómetros por hora, embistió el auto en que una familia apenas estaba saliendo de un centro comercial. Una bebé de 20 días de nacida se encuentra en ese espacio gris que tenuemente separa a la vida de la muerte. El padre de la beba, don Mario Vieira, informa –y lo avalan varios testigos— que, además de lastimar a los familiares y destrozarle el auto, el gendarme trató de golpearlo. Típico comportamiento de nuestra azulada. Los tránsitos se apresuraron a retirar lo que quedó del carro del jenízaro y a levantar su croquis, de acuerdo con el cual culparon, faltaba más, al señor Vieiria por manejar con celeridad no permitida. ¿La borrachera que se cargaba el polizonte? Bah, Toñazo tiene muy buenos reflejos. Ebrio y todo, controla el volante con la elegancia y prudencia de un buen ciudadano. En la TV, Ambriz tomó partido, desde luego, por el cuico. El tal Antonio resultó ser la parte afectada. Eso sí, Ambriz prometió abrir una investigación. “Yo no soy tapadera de nadie”, dijo. Sus palabras despiertan mi más profunda desconfianza. ¿Cómo se va a tomar en serio al administrador de una pequeña ciudad controlada por los capos? Me pregunto si Antonio Mendoza Rojas, en la cura de la cruda, habrá dragoneado que gracias a él una bebé está en la orilla de la muerte. ¿Habrá matado antes o es primerizo? Antonio Mendoza Rojas es ejemplo de la policía que tenemos. ¿Esos briagadales asesinos, corruptos y prepotentes son quienes nos van a proteger? ¿Ediles como Ambriz van a llevar a nuestras poblaciones por el camino de la justicia y el progreso?
