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En efecto, el Presidente no tiene amigos

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Entresemana

Moisés Sánchez Limón

Gracias a la vida…

¿Cuál es la diferencia entre el amigo del gobernador y el amigo del Presidente? En la lógica del estilo de gobernar de Enrique Peña Nieto, el Presidente no tiene amigos.

 

Quien haya creído lo contrario, con Ángel Heladio Aguirre Rivero tuvo este jueves una lección de congruencia. En efecto, los amigos de Enrique Peña Nieto no son los amigos del Presidente Enrique Peña Nieto.

Hace diez días, en este espacio de entresemana decía: “Todo gobernante tiene un defecto: sus amigos. Los hay que se han enriquecido con el tráfico de influencias porque tienen derecho de picaporte y sobrada impunidad; también aquellos que han llevado al mandatario a tomar decisiones que han resultado un fiasco para el país.

“Otros amigos han ascendido al poder y luego se despeñaron entre la infamia personal y el cobro de facturas. Unos han pisado la prisión, otros deambulan entre el cinismo y el abuso del poder.

“Por eso, cuando Enrique Peña Nieto aseguró que el Presidente de México no tiene amigos, sólo se refería a él.

“Pero hay quienes niegan esa referencia y se asumen amigos del presidente Enrique Peña Nieto. Malo, malo. Un amigo del Presidente blofea y aparece fresco y lleno de vitalidad, dispuesto a salir bien librado”. Me refería a la necia postura del gobernador Ángel Heladio Aguirre Rivero, de mantenerse en el cargo.

Y no es que se considere a Aguirre Rivero cómplice de la infame orden que devino en la muerte de seis personas y la desaparición de 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa. No. Pero la omisión es un delito. Y el desprecio por el sentir ciudadano acusa insensibilidad política que abona en la reacción violenta, como se vio en Iguala con la quema del Palacio Municipal.

En la entrega del pasado lunes 13 me referí a un insultante ejemplo del abuso de la amistad del Presidente de la República, con el caso de Arturo “El Negro” Durazo Moreno, amigo de la infancia de José López Portillo y Pacheco quien, ya Presidente de México, lo hizo director general de Policía y Tránsito del Distrito Federal.

Durazo quiso ser gobernador de Sonora, azuzado por sus amigos. Por supuesto, su amigo Pepe López Portillo, inteligentemente lo hizo desistir de tal despropósito, aunque no evitó que “El Negro” abusara de esa cercanía que rayaba en la hermandad, y se enriqueció en grado superlativo que le costó ir a prisión en medio del linchamiento público.

Ángel Heladio Aguirre Rivero, sin duda, creyó que la amistad que presumió en su momento con el entonces gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, iba a ser carta blanca con el Presidente de México, Enrique Peña Nieto.

Ángel Heladio, empero, no leyó las entrelineas de lo que, el 24 de abril de 2010, dijo el entonces gobernador Peña Nieto: “Sólo vine a celebrar con mi amigo -Ángel Aguirre- su cumpleaños y desearle el mayor de los éxitos en todo lo que emprenda. Estoy muy contento en acompañarlo en este festejo”.

Aclaró, incluso, que no acudió al festejo de su amigo Aguirre Rivero –entonces senador priista– a opinar sobre el tema político. Estaba en puerta la definición del candidato del PRI al gobierno de Guerrero. Finalmente Ángel Heladio, abanderado por la alianza PRD-PT-Convergencia-PAN, sería gobernador.

“Vengo a sumarme a la celebración de Ángel Aguirre, es mi amigo a quien aprecio enormemente”, dijo el gobernador mexiquense aquel 24 de abril en Taxco.

Pero, en esa ocasión Aguirre Rivero presumió y dijo que la fiesta, su fiesta, “es una ratificación de amigos, es la ratificación y el refrendo de la amistad que me une con Enrique Peña Nieto. No es la primera vez que el acude a una celebración de este tipo, estuvo en mi cumpleaños en la Ciudad de México hace 3 años, además hace un poquito más de un año estuvo acompañándome en mis bodas de plata. No es algo nuevo, casi se sigue volviendo una tradición, espero que cuando sea presidente nos siga acompañando” (…)”.

Pero, investido Presidente de la República, en una entrevista publicada el pasado 7 de junio, en el diario español El País, Enrique Peña Nieto desbrozó:

“El Presidente de México no tiene amigos. La responsabilidad de ser Presidente de México es única y compromete a uno con todo México y sólo con México. Y ahí recuerdo haber compartido todavía en la transición, en algún mensaje que dirigí a un grupo de representantes de distintos sectores sociales: A ver, el Presidente de México no tiene amigos. El Presidente de México está dedicado a una tarea que es servir a México y como tal asumo esta responsabilidad. Esa es mi visión”.

Así, cuando el conflicto en Iguala transpuso fronteras y evidenció una grave y preocupante situación tendente a la ingobernabilidad, Peña Nieto refirió que uno de los estados donde hay debilidad institucional, es Guerrero.

Hace seis días, definió el futuro del gobernador. Al retorno de una gira de trabajo por Coahuila, donde inauguró el Libramiento Norte de La Laguna, se le preguntó respecto de la permanencia o salida del gobernador.

“Es una definición propia de allá, pero estén pendientes de las acciones que estemos llevando a cabo”, respondió el mandatario.

Y sin ese apoyo, en medio del escándalo que lo implica cómplice omiso, por lo menos, injuriado, descalificado, sin margen de maniobra porque sus principales resortes de apoyo desde el PRD lo abandonaron y recomendaron solicitar licencia, la tarde de este jueves 23 de octubre de 2014, es decir, poco menos de 17 meses antes de entregar la gubernatura a quien el 7 de junio elijan los guerrerenses como su gobernador o gobernadora, Aguirre Rivero solicitó licencia para separarse del cargo.

Cosas de la vida. Ángel Heladio corrió la misma suerte de su amigo Rubén Figueroa, a quien sustituyó el 12 de marzo de 1996 porque debió solicitar licencia, a consecuencia de la matanza de campesinos en el vado de Aguas Blancas, municipio de Coyuca de Benítez, ocurrida el 28 de junio de 1995. Ernesto Zedillo, entonces presidente, no era amigo de Figueroa. Peña Nieto quizá lo es de Ángel Heladio, pero el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, no. Conste.

VIERNES. ¿Entenderán el mensaje otros gobernadores que transitan entre el dejar hacer y dejar pasar? Los que se retratan una y otra vez con Peña Nieto. Digo.

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www.entresemana.mx

@msanchezlimon

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