Tras la puerta del poder
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El doctor y diputado priísta jalisciense Leobardo Alcalá les puso una barrida que los dejó mudos
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Los diputados del PT, MC y PRD vinculados a López Obrador hablaron de un país sin salidas
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En el “debate” de Cárdenas y Navarrete no hubo truenos ni centellas y todo terminó casi en un café
Roberto Vizcaíno
Día de debates, el de ayer en San Lázaro encendió el griterío y el escándalo en el pleno de la Cámara de Diputados donde los de la izquierda del PRD, PT y MC acostumbran a denostar y avasallar, pero no están dispuestos a recibir sopas de sus propios chocolates.
Y es que luego de exigir un debate sobre la llamada “casa blanca” de las lomas y para discutir el caso de los 43 normalistas desaparecidos en Guerrero, fueron ninguneados y vapuleados por los argumentos del PRI.
Quien se encargó de colocarlos contra las cuerdas de la oratoria y los argumentos, fue el diputado tricolor jalisciense Leobardo Alcalá Padilla, un doctor especializado en neonatología que les tundió desde la tribuna a más no poder.
De entrada les recetó una medicina de memoria pública:
“Ahora resulta que estamos en un mundo al revés, donde nosotros estamos buscando a los 43 muchachos.
“¿Y por qué ustedes no les preguntan a sus amigos (los delincuentes) para que les digan en dónde están los muchachos, ¡hombre!. Hoy hasta sus propios líderes morales (en referencia a las acusaciones hechas por Cuauhtémoc Cárdenas a Carlos Navarrete, presidente del PRD) se han estado acusando de corruptos y de solapadores… (gritos, injurias y escándalo en la zona de las izquierdas dentro del salón)
“Hoy a quienes subieron con una mantita (donde los legisladores que siguen a AMLO pedían la renuncia del presidente Enrique Peña Nieto) les digo: sí, revocación de mandato, pero a quienes apoyan a los asesinos, a esos habría que revocarles el mandato, son unos cínicos, son bandidos y son asesinos. Ustedes se los llevaron vivos, ahora ustedes tienen que regresárnoslos también vivos”, indicó.
El reclamo del diputado priísta Alcalá Padilla fue en obviedad de que el alcalde de Iguala José Luis Abarca fue postulado y llevado al cargo por el PRD y de que el gobernador de Guerrero en ese estado, Ángel Aguirre era también perredista.
Previamente había subido a tribuna María Sanjuana Cerda Franco de Nueva Alianza; Manuel Huerta del PT; Ricardo Monreal del MC; Rubén Acosta del PVEM; Miguel Agustín Alonso Raya del PRD y Juan Carlos Adame del PAN.
Salvo los del PVEM, NA y PAN el resto delineó desde la tribuna un país socialmente incendiado y a punto del abismo, sin posibilidades de futuro ni salida viable.
A ellos el priista les dijo:
“No vengan a esta tribuna con discursos incendiarios, provocadores e inadmisibles. No confundan a la población, pero sobre todo no se confundan a ustedes mismos, no lucren con el dolor de 43 familias.
“Necesitamos debates responsables, no dilapidarios…
“Ya lo decía Fernando Arrabal: a los fanáticos que más debemos de temer, son aquellos que se confunden con la tolerancia. No sean cínicos. Un cínico cuando huele flores, lo primero que busca es el ataúd. No sean fanáticos, lo decía Churchill: un fanático no cambia de opinión y nunca cambia de tema.
“Queremos justicia, todos, sí… pero la justicia se defiende con la razón y no incitando a las masas a delinquir. Ustedes, hasta cuando estamos de acuerdo con ustedes, piensan que se equivocaron, no sean como los zorros que cambian de pellejo, pero no cambian de mañas.
“Lo que es imperdonable, compañeras y compañeros, es que inviten a la gente a la agresión; es imperdonable mentir cuando saben quiénes son los culpables, imperdonable que protejan a delincuentes y asesinos, imperdonable la falta de memoria de algunos de ustedes y de Andrés Manuel López Obrador.
“Ahora resulta que tienen amnesia y no se acuerdan que ustedes postularon a los delincuentes, a (José Luis) Abarca y a (Ángel) Aguirre.
“Con mucho gusto les refresco la memoria: el alcalde Luis Abarca ordenó a la policía municipal detener a toda costa a los normalistas de Ayotzinapa y solicitar para ello apoyo a la policía del municipio de Cocula. La operación fue cumplimentada a cargo del jefe de la policía de Iguala, Francisco Salgado Valladares, quien de acuerdo con la PGR recibía 600 mil pesos mensuales de salario por parte del narcotráfico.
“Como han dado cuenta clara las imágenes en medios de comunicación, los estudiantes fueron brutalmente, brutalmente atacados con armas de fuego por policías de Iguala, dando por resultado 25 heridos, 6 muertos, 43 desaparecidos quienes fueron detenidos y posteriormente entregados a integrantes del grupo delictivo Guerreros Unidos.
“No sé si se acuerden quiénes eran José Luis Abarca y María de los Ángeles Pineda… antes de incursionar en la política vendía sombreros y huaraches, y en un tianguis; en 2008 anunció la construcción de Galerías Tamarindos, un complejo comercial de cuatro hectáreas, que tiene una tienda de autoservicio, siete salas de cine, una tiendita chiquitita departamental con 50 localitos y un estacionamiento para 720 vehículos.
“Es dueño de otras 17 propiedades en Iguala, en las que hay inmuebles y locales comerciales en el centro joyero de esta ciudad. Aparte el señor pagaba 2 a 3 millones de pesos mensuales a la organización criminal Guerreros Unidos. Y su esposa tiene antecedentes familiares que los vinculan con el crimen organizado. Sí, José Luis Abarca, les recuerdo y les refresco la memoria, hizo su carrera política de la mano de Lázaro Mazón, quien fue presidente municipal de Iguala y durante el gobierno de Ángel Aguirre, secretario de Salud.
“En 2011 Abarca se postula como candidato del PRD al municipio de Iguala con el apoyo de la diligencia nacional perredista y de cuadros locales del propio Lázaro Mazón, y con la venia del candidato a gobernador Ángel Aguirre y de Andrés Manuel López Obrador.
“¿Y cómo llega Ángel Aguirre? Pues fácil: con el apoyo y la complicidad del PRD, de Andrés Manuel López Obrador, de Lázaro Mazón y de José Luis Abarca.
“En síntesis -como acertadamente lo señaló Pablo Gómez-, el gran levantón de Iguala se hizo por parte de un cuerpo policiaco, de funcionarios bajo las órdenes de un presidente municipal del PRD, donde otro perredista, Aguirre, era gobernador.
“Les pregunto: ¿qué hizo el gobernador? Nada. No hizo nada para evitar la brutalidad. Hoy Morena, López Obrador, Abarca, Lázaro Mazón y Ángel Aguirre son los responsables…
“El gobierno es de ustedes, el gobierno es de ustedes y bajo su tutela estaba la seguridad y la justicia”, subrayó el diputado Leobardo Alcalá Padilla, a quien un sector del PRD, los del PT y MC querían comerse vivo.
Y concluyó:
“Debo decir que hay porros que ejercen su libertad delinquiendo en las calles, pero los peores porros son ustedes que incendian, injurian y provocan.
“Hoy nosotros somos más priistas que ayer, hoy somos más solidarios con el presidente Peña Nieto que hace dos años, y somos orgullosamente mexicanos. Muchas gracias”.
Ahí acabó ayer el debate e San Lázaro.
EL OTRO “DEBATE”
Buena parte de este encontronazo entre legisladores lopezobradoristas del PRD, PT y MC con los del PRI comandados por el sonorense Manlio Fabio Beltrones se dio mientras en la sede del partido del sol azteca, muy formales, sentados uno al lado del otro, hablaban el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas y el presidente del PRD, Carlos Navarrete.
El debate nunca llegó ahí. La expectación levantada con este encuentro terminó en 35 minutos. Carlos Navarrete pidió a Cárdenas cooperar y caminar junto a él para sacar adelante a este partido.
Cárdenas por su parte respondió que él coincide en que el PRD está ausente de temas torales para la vida del país y reprochó que en Sonora avance una nueva alianza con el PAN mientras no se exige la liberación de los presos políticos en esa entidad. Ambos coincidieron en que el país requiere un nuevo rumbo.
Es decir ni debate ni nada nuevo.
