Ágora Política
Jesús Yáñez Orozco
Nomás falta que a Donald Trump “lo cague un pájaro”, como decimos en México. Eso podría ocurrirle al empresario Cara Pálida, luego de sus declaraciones discriminatorias en contra de los braceros mexicanos. Ahora, a Dios gracias, no tendremos representante en el anodino concurso Miss Universo, que él organiza.
Y, en el colmo de los colmos, Carlos Slim, uno de los principales millonarios del mundo, y Emilio Azcárraga Jean, propietario de Televisa, pintaron su raya del empresario estadounidense, vendedor de espejitos.
Pero, sólo miramos la punta del iceberg.
En un intento ir al fondo del problema, su raíz está en la fábrica de ‘espaldas mojadas’ que ha producido históricamente el narco-PRI-Gobierno, sobre todo, durante y después de la Segunda Guerra Mundial. Como a la fecha.
No tanto deben preocupar los dichos del magnate estadounidense.
Porque sus palabras son en función de una consecuencia, no de su causa.
El mayor número de ilegales a EU son producto de la globalización, que comenzó hace tres décadas, con el agravante de que somos eterno patio trasero estadounidense.
Sin la mano de obra de los mexicanos indocumentados, EU no sería la potencia que es.
En 2012 había, según cifras oficiales, 11 millones 200 mil compatriotas ilegales allá.
Porque, con razón o sin ella, es significativo el comentario racista del entonces presidente Vicente Fox, cuando afirmó que los braceros hacen en EU los trabajos que ni los negros quieren realizar.
Eso sí, bien ganado tiene el boicot que enfrenta Trump, delincuente de cuello blanco –considerado así en Estados Unidos– donde es conocida su inenarrable codicia, amén de su falaz faceta de actor y ‘chowman’ de sonrisa Colgate.
Todavía está fresco el recuerdo de las palabras de burla y sorna de parte del titular del INE, Lorenzo Córdova, cuando el multimillonario del país de las Bardas y las Estrellas echó más leña al fuego, en su afán de ganar la presidencia de Estados Unidos, como precandidato por el Partido Republicano en 2016.
Porque, insisto, todos los mexicanos, en mayor o menor medida, discriminamos, somos racistas, consciente o inconscientemente.
Para muestra un botón: en Villa del Carbón, la ex presidenta municipal priista, María de Lourdes Montiel, apodada “Mary Boquitas” –recién electa diputada local–, durante su campaña proselitista como legisladora, tras saludar a los indígenas de la zona –delante de ellos– se lavaba las manos con una botellita de gel antibacteriano que portaba en su bolso.
Y de “mugrosos” y “huarachudos” no los bajaba.
Mas sin las 56 etnias que hay en el país seríamos igual de vacuos, como país, que Estados Unidos, carente de raíces, historia, dioses. Verdadera raza de bronce.
Prensa escrita, radio, televisión y redes sociales, pegaron el grito en el cielo cuando la NBC, televisora controlada por el súper millonario Carlos Slim –a quien llamo “socio” porque le “doné” 30 dólares en 2006, historia que consignó Enrique Galván Ocho, en su columna Dinero del diario La Jornada– así como Grupo Televisa se sumaron a los medios de comunicación –entre los que están NBC y Univisión–, que rompieron relaciones Trump, por sus infaustas declaraciones.
Alegó que “están enviando drogas, enviando crimen. Son violadores”.
Fracasó cuando intentó matizar: “asumo que algunos son buenas personas. Pero hablo con los guardias fronterizos y nos dicen lo que estamos recibiendo”.
Palo dado…
Es decir, habla de oídas. Nada le consta. Tal vez ignora que la fundación de la llamada Unión América fue gracias a la inmigración europea. Sus ancestros vinieron del Viejo Continente.
Y más: Trump, en días pasados presentó su postulación por la candidatura del Partido Republicano para las próximas elecciones presidenciales, amenazó, durante su discurso que, de llegar a la Casa Blanca, construirá un “gran, gran muro” en la frontera de México y hará que este país “lo pague”.
Olvida el Señor del Bisoñé, cuando se refiere a las drogas, que ya tres, de los 50 estados de la Unión Americana, legalizaron la mariguana con fines recreativos: Alaska, Washington, donde se asienta la Casa Blanca, y Colorado.
Y todo indica que, paulatinamente, será despenalizado su uso en toda esa nación. Quizá tarde una década. No más.
“Luego ocurrirá en México”, según José Reveles Morado, periodista, escritor y especialista en temas de seguridad nacional.
Somos algo así como la cola de ratón.
Hace un par de días, OraTV, empresa fundada por Slim y el presentador de televisión Larry King, y financiada por el gigante de telecomunicaciones América Móvil –propiedad del magnate mexicano– canceló un programa que trabajaba con una empresa de Trump, informó el portavoz del dueño del Telmex Carlos Slim, Arturo Elías Ayub.
Quizá Slim no discrimina a sus compatriotas con palabras ofensivas, descalificándolos, pero sí lo hace pagándoles a sus trabajadores míseros salarios.
Basta con preguntar cuánto ganan los obreros de sus Sanborns, por ejemplo.
Además, sin consultar a quienes tienen contratado su servicio de telefonía fija, suele endosarles cobros en su recibo, como seguro de vida, por módicos 37 pesos, hasta hace tres años, como sucedió con mi madre.
Televisa se curó en salud, pues es la principal empresas que fomenta la discriminación, el racismo y la homofobia, mediante su programación, en cualquiera de los canales: 2, 4, 5 y 9, así como en televisión de paga.
Anunció que no transmitirá el certamen Miss Universo y ningún otro proyecto de comunicación relacionado con Trump y cualquier empresa de su organización
El Canal de las Estrellas consideró, hágame usted el favor, que el magnate ha “ofendido” a los migrantes y a la población mexicana con sus declaraciones recientes.
En un comunicado, Grupo Televisa, que preside Emilio Azcárraga Jean, afirmó que Trump no ha “demostrado comprensión ni respeto” hacia los migrantes mexicanos.
Pero qué tal que acá tenemos a la sexagenaria “Señorita Laura”, de origen peruano y su programa en horario estelar de la tarde, la conductora Adela Micha, y la esposa del presidente de la República, Angélica Rivera, hermanadas por el pelo teñido de rubio.
Piensan, quizá, que sólo los “blancos” son sujetos de credibilidad y respeto.
Para Grupo Televisa es inaceptable cualquier forma de relación comercial con el certamen Miss Universo, que Trump organiza.
¡Sácale las babuchas! con la telemierda.
Agregó que recibió con incredulidad las declaraciones de Trump, quien ofendió a la población migrante latinoamericana y, particularmente, a los mexicanos.
Pues, la verdad sea dicha, Azcárraga Jean, no vende piñas, como dicen los jóvenes.
Es igual o pior que el magnate gringo.
Destacó que Donald Trump ha reincidido en la falta de respeto a las personas que se han visto obligadas a abandonar sus países para migrar a EU.
Pero Televisa nunca ha osado denunciar las verdaderas causas socioeconómicas por las que sucede esa emigración al vecino país del norte.
No olvidemos que Televisa es la principal productora de contenidos para el mercado de habla hispana a escala mundial.
Días después de su desafortunada declaración, el señor Trump, lejos de reconsiderar, siguió atacando a los migrantes y a cualquier medio de comunicación que lo ha criticado, añadió Televisa.
Por su parte, la NBC anunció que no transmitirá Miss EU ni Miss Universo.
Ha dicho que no participará en el programa de NBC El aprendiz. La cadena de televisión agregó que el mismo seguirá presentándose sin él.
Ya Trump anunció, de acuerdo con versiones periodísticas, que demandará a Univisión por 500 millones de dólares.
En Internet una petición para que NBC despidiera a Trump recabó más de 200 mil firmas. Criticaba que NBC hubiera preferido los negocios a la ética, los principios y los valores, tras las declaraciones del magnate.
Trump salió al paso de la decisión de NBC. Durante su participación en un foro del City Club de Chicago, aseguró que la cadena de televisión no quería que buscara la Presidencia de Estados Unidos porque estaba interesada en renovar su participación en el programa El aprendiz.
“Les dije: ‘No puedo hacerlo porque busco la Presidencia’, y no les agradó. A raíz de mis declaraciones sobre migración –que resultaron correctas– tomaron otro punto de vista. Lo que hagan está bien conmigo”, advirtió.
Sostuvo que no tiene intención de enmendar sus posturas sobre migración, en especial la indocumentada.
“No se puede tener inmigración. La gente viene al país y no tenemos idea de dónde –lo hacen de todo el mundo–. Debemos tener fronteras fuertes. Si no se tienen, deja de haber un país”, subrayó.
Otra desmemoria de Trump es que Estados Unidos, como nación, fue fundada por inmigrantes europeos.
Llamó la atención un acto de la precampaña de Trump realizado en Winterset, Iowa, lugar de nacimiento del célebre actor John Wayne. En la imagen, apareció el candidato presidencial frente una estatua del vaquero, en un museo.
Trump, Slim y Azcárraga son, sí, hijos del Ku Klux Klan.
“Quien se mete con México se mete con Venezuela”, espetó el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en respuesta a las diatribas de Trump.
Vilipendiado y denostado por la derecha mexicana, en especial por el ex presidente Felipe Calderón Hinojosa, Maduro demostró tener más agallas que todos los políticos mexicanos juntos que hicieron una tibia crítica al magnate estadounidense, tras sus descalificadoras palabras.
“Repudio total a las declaraciones de Donald Trump. Bandido, ladrón, cómo te vas a meter con nuestros hermanos de México que bastante perseguidos y explotados son por ustedes”, afirmó Maduro durante una conexión de la estatal VTV con su despacho en el palacio presidencial en Caracas.
“¡Qué indignación! Quien se mete con los mexicanos se mete con los venezolanos”, agregó.
Maduro, también lo calificó de “pelucón” (aristócrata), término que utiliza a menudo para descalificar a sus opositores.
“Ahí está el pelucón de Donald Trump ofendiendo al pueblo mexicano, al pueblo de Emiliano Zapata, al pueblo de Pancho Villa, al pueblo digno de México”, señaló.
“Los pelucones, los oligarcas, los magnates al final son lo mismo, compatriotas”, agregó.
Ni pio dijo EP(inocho)N. Prefiere hacer los honores correspondientes a los Reyes de España, dinastía de origen medieval, virtuales portadores de sangre azul.
Esta pareja imperial equivale a un jarrón chino para los españoles: costosa y sólo está de adorno.
Eso sí, orondo y lirondo, Su Alteza Serenísima, los placeó por varias partes de México.
No abandona su mundo de oropel y lentejuelas.
En resumen, el malo de la película, en estricto sentido, no es Trump.
Es el PRI.
pumaacatlanunammail.com
@kalimanyez
