SALVADOR FLORES LLAMAS
En la elección del domingo la sorpresa fue el PAN, como gran ganador; el derrotado, el PRI; Manlio quedó descartado de la carrera presidencial; el Peje avanzó, pero no obtuvo los triunfos que esperaba y ayudó al PRI a ganar en Oaxaca y al PAN en Veracruz por su esquirolaje, que le deja pingues ganancia$.
Mancera recibió el desprecio de los capitalinos, sólo votó el 28% para la Asamblea Constituyente de la capital, y murió como candidato presidencial independiente.
El PRI no la tendrá fácil en 2018 con un PAN y Morena crecidos y el lastre de una gestión donde la economía no ayuda a la gente, la inseguridad pública se sufre en todos lados, la impunidad es manifiesta y no se diga la corrupción.
Ésta precisamente fue la clave en dos estados muy importantes, Chihuahua y Veracruz, de la derrota del PRI, pues los gobernadores Duarte (César y Javier) se retacaron los bolsillos, dejan enormes deudas y se suman a otros especímenes que deberían estar en la cárcel. Eso indica que el gobierno priista ya debe sacrificar a algunos antes del 2018 y los comicios presidenciales.
Beltrones prometió ganar 9 de 12 gubernaturas, mas quedó en 5 por 7 del PAN; no tomó en cuenta “el mal humor social” y las cuentas pendientes del gobierno peñista, y menos que las redes sociales las exaltaron, en ésta época muy distinta a aquélla en que surgió Manlio, que se vio anticuado en el debate que López Dóriga condujo en Canal 2 la noche del domingo, no ocultó su enojo e insultó a Ricardo Anaya, el líder del PAN.
Anaya sacó de sus casillas al experimentado priista, que se dedicó a minimizarlo e insultarlo y a mentir abiertamente, como cuando dijo que el presidente Calderón nunca propuso un proyecto de reforma energética, al que él precisamente le dio p’atrás en las mesas redondas que organizó en el Senado, del que era el líder.
Manlio, desesperado, interrumpía cada rato a Anaya, levantó la voz y, al revés, le exigió “no me interrumpas” y le espetó que decía “puras sandeces”; mientras el panista, que se preparó a fondo, llevó fotos y gráficas, le exhibió sus contradicciones y redondó el desastre del dirigente tricolor.
Andrés Manuel, siempre sacatón para los debates, rehusó asistir por falta de agilidad mental, pues es monotemático y de spots que le preparan, y salió con que no quería revolverse con los de ”la mafia en el poder”.
De 12 estados disputados el PRI había gobernado siempre 6, pero entregó Tamaulipas, Durango, Quintana Roo y Veracruz y conservó Hidalgo, Tlaxcala y Zacatecas, mientras recuperó Oaxaca y Sinaloa.
El PAN gobernará 11 estados por vez primera en su historia, como Tamaulipas; conservó Puebla y recuperó Aguascalientes y Chihuahua. Aliado al PRD ganó Durango, Quintana Roo y Veracruz.
En 5 entidades habrá alternancia; por vez primera en Durango, Tamaulipas, Quintana Roo y Veracruz. La otra es Oaxaca.
Antes de la elección presidencial quedan por disputarse en 2017 Nayarit, Coahuila y el Estado de México, a los que siempre ha gobernado el PRI. El PAN puede dar un susto, pues Nayarit ya fue panista y Coahuila tiene el lastre de los hermanos Moreira, que lo tienen de coto familiar con grandes despilfarros, sobre todo de Humberto, al que Peña Nieto encubre con desmesura.
En el Edomex, el más pujante y con más votantes después del DF e interesa más a Peña Nieto por ser su estado, PAN-PRD pueden darle un dolor de cabeza, si no escoge bien al candidato y enmienda políticas equivocadas: inseguridad, impunidad, desprecio de la gente y corrupción.
Después de los comicios el presidente llamó a dejar atrás la polarización, el encono y el enfrentamiento, y ofreció respetar la alternancia, la competencia y la pluralidad, con lo que envió un mensaje a Manlio quien, sin embargo, anunció que impugnará la elección de gobernadores en Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Puebla, Quintana Roo y Tamaulipas, a ver si restablece su imagen de precandidato presidencial.
No faltan quienes incluyen como ingrediente de la derrota priista la propuesta de Peña Nieto de legalizar las uniones gay y la adopción de niños por ellas, pues la reprobaron todas las iglesias cristinas con la católica (más de 90 mil fieles) resultó lo contrario de lo que el presidente buscaba: robarle votos a la izquierda, y aunque diera marcha atrás, el daño ya está consumado.
@chavafloresll
