El reto del presidente es construir el centro; si no, tendrá que pactar con los actuales partidos
Macron sabe perfectamente juntar las viejas fuerzas del sistema con nuevas e inexperimentadas figuras que solo dependen de él
Ahora bien, un partido no puede ser “apolítico”, sino de derecha, centro o izquierda. Pero el centro, que corresponde al proyecto de Macron, siempre ha sido débil en Francia. Su reto es construirlo para que sea una fuerza política decisiva. Lo que significa que el nuevo presidente tendrá que conseguirlo en estas elecciones o, en caso contrario, estará obligado a pactar con los actuales partidos. El resultado de las legislativas (11 y 18 de junio) será, por lo tanto, determinante para configurar las relaciones de fuerzas reales y la posibilidad de crear una gran fuerza de centro izquierda y derecho.
¿Puede Macron ganar las legislativas? Es posible si prevalece la tradición generada por las instituciones de la V República, que favorece al presidente recién elegido, pues el electorado siempre le he dado, lógicamente, su confianza. En caso contrario, el joven presidente, que hubiera jugado al doble o nada, se volverá rápidamente un político tradicional, sin sueños para nadie.