La Unidad de Inteligencia Financiera, el SAT y la CNBV empezaron una persecución de operaciones bancarias y financieras que impliquen corrupción en el manejo de los recursos destinados a implementar medidas para paliar los efectos de la epidemia Covid-19.
Lo que busca el gobierno federal con este operativo es detectar fraudes, como el comercio de pruebas de salud que indican si una persona pudiera estar infectada con el coronavirus, así como el comercio de presuntas vacunas contra la enfermedad, que ha causado en México, oficialmente, medio millar de fallecimientos y aproximadamente unos seis mil casos confirmados que son atendidos en hospitales o en confinamiento en casa.
Santiago Nieto, jefe de la UIF, le dijo a un entrevistador del digital Animal Político que “El presidente nos ha pedido apoyar en la contingencia sanitaria y, por tanto, hemos emitido un par de circulares con el SAT y con la CNBV para que el sistema financiero o los sujetos con actividades vulnerables nos reporten cualquier actividad irregular que vean en temas de COVID-19”.
Se monitorean las transferencias presentes y futuras de recursos entre las instancias federales responsables de la emergencia, así como el dinero que se estará haciendo llegar a los estados por este mismo motivo.
En los últimos días han crecido las denuncias y reportes relacionados con la falta de insumos sanitarios y de equipos en los hospitales donde se reciben y atienden a pacientes por posible COVID-19. Incluso, se han registrado protestas de personal médico y se ha atribuido a esta carencia de insumos los casos de contagios y decesos, de acuerdo con un reporte del portal antes mencionado.
