RÍO DE JANEIRO— El presidente Jair Bolsonaro reveló este martes 7 de julio que tiene el nuevo coronavirus, un anuncio que agitó el debate sobre su manejo arrogante de una pandemia que ha matado a más de 65.000 brasileños.
Bolsonaro en repetidas ocasiones ha minimizado la seriedad de la pandemia y se ha opuesto a las medidas para detener su propagación y, al mismo tiempo, ha apoyado tratamientos de eficacia no comprobada. En algún momento dijo que se trataba de una gripecita y cuando se le preguntó a finales de abril sobre la cantidad de muertos respondió: “¿Y qué? Lo lamento. ¿Qué quieren que haga?
Bolsonaro, de 65 años, se hizo una prueba el lunes por la noche después de experimentar algunos síntomas de la COVID-19, entre ellos fiebre.
“Soy el presidente, tengo que estar en la línea del frente de batalla”, dijo. Comparó al virus a una “lluvia, que te va a mojar”.
Al hablar con periodistas fuera del palacio poco después del mediodía del martes, el presidente dijo que se hizo una prueba después de experimentar fatiga, dolor muscular y fiebre. El presidente de Brasil aseguró que las exigencias del trabajo lo han puesto en riesgo.
Bolsonaro dijo que se sentía bien el martes, lo que acreditó a haber tomado hidroxicloroquina, un medicamento antimalaria que los estudios muestran que no evita el virus.
“Estoy bien, estoy muy bien”, dijo Bolsonaro, de pie a poca distancia de los periodistas, al quitarse el cubrebocas para que los reporteros vieran su rostro. “Gracias a todos los que rezaron por mí, a los que me animaron. Aquellos que han criticado, no hay problema, pueden seguir criticando como deseen”.
A pesar de que varios ayudantes de Bolsonaro dieron positivo al virus en los meses recientes, el presidente brasileño a menudo ha desestimado las precauciones, como llevar mascarilla y practicar el distanciamiento social.
Recientemente acudió a un almuerzo organizado el sábado por el embajador estadounidense en Brasil para celebrar el 4 de julio. En las fotos, se ve a los participantes de pie, hombro a hombro, o abrazados, sin usar cubrebocas.
En tanto los brasileños esperaban los resultados de la más reciente prueba de coronavirus del presidente, los mensajes publicados en redes sociales servían para ilustrar la polarización del país. Dos etiquetas tendencia en Twitter la mañana del martes eran #ForçaBolsonaro y #ForçaCorona, el primero enviándole al presidente ánimos y el segundo expresando la esperanza de que el presidente cayera enfermo.
Ernesto Londoño es el jefe de la corresponsalía de Brasil, con sede en Río de Janeiro. Antes fue escritor del Consejo Editorial y, antes de unirse al Times en 2014, trabajó en The Washington Post.
