José Vilchis Guerrero
Por primera vez en la historia del país, este mismo año se iniciará una auditoría a la banca de desarrollo, para saber a quién se le otorgó créditos de manera preferencial y con uso de influencias, anunció el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Destacó que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y el Servicio de Administración Tributaria (SAT) se encargaran de hacer la revisión para transparentar qué ocurrió en las administraciones anteriores.
López Obrador reiteró que empresas como la brasileña Odebrecht obtuvieron financiamientos de la banca de desarrollo y antes de empezar a operar, construir y generar empleo, recibían devoluciones por concepto de IVA y con ello pagaban los créditos.
Durante su conferencia de prensa en Palacio Nacional indicó que había asignación de créditos por consigna y a las pequeñas y medianas empresas nunca se les dio la oportunidad de acceder a créditos tan ventajosos.
“Los tecnócratas eran magos, justificaban legalmente sus operaciones fraudulentas, pero con una afectación directa al presupuesto y al bienestar de toda la sociedad en México”, acusó.
El jefe del Ejecutivo federal reportó que un caso específico, es el del diario El Financiero, que si bien a la fecha va al corriente en sus pagos y depositó garantías, obtuvo beneficios por su influencia.
Presentó un reporte de fecha reciente y actualizado, en el que se le comunica que Comelsat, el corporativo que maneja varias empresas de comunicación como El Financiero que obtuvo 80 millones de dólares en noviembre de 2014.
Después concretó una renegociación por 50 millones más y reestructuras, por lo que a la fecha la deuda llega a 2 mil 120 millones de pesos.
Como este caso, se harán revisiones de cada uno de los créditos otorgados y seguramente van a salir a relucir nombres y razones sociales de políticos, empresarios, personajes y “hombres de negocios”, traficantes de influencia y otros que se coludieron.
En presencia del secretario de Hacienda, Arturo Herrera, López Obrador comentó que en anteriores administraciones se pusieron en práctica los “moches” en los que se superó el llamado diezmo, porque ya no cobraban 10% porque los tecnócratas incurrieron en una serie de argucias y transas que les generaron millonarias ganancias, pero eso ya se terminó.
