Jesús Yáñez Orozco
Maradona se convirtió en iconoclasta –contrario a normas y tradiciones– irredento en 1992. Después de sus suspensión de 15 meses impuesta por la Federación Italiana de Futbol, por dar positivo con cocaína un examen antidoping, se transformó en el enemigo público número uno de sí mismo.
Todo aquel chorro de futbol-arte que destilaba su cuerpo a base de darle puntapiés al balón se convirtió en un vil chisquete.
De entonces a la facha se ha agudizado su desprecio hacia los poderosos del poder: presidentes, reyes, políticos, y sobre todo padece un vomitivo sentimiento hacia el país de las Bardas y las Estrellas y el feroz imperialista neoliberalismo.
Incluso es crónica su aversión al Vaticano. Aunque es se confiesa seguidor de Cristo.
Desdeña a los representantes de Dios en la tierra, pero es devoto del diablo: los gobiernos de izquierda de América Latina.
Mas en ellos se reduce a cero la libertad de expresión.
En un documental sobre su vida realizado por el cineasta y músico serbio Emir Kustirica, habla del espíritu revolucionario del Pelusa y tiene la hipótesis de que si hubiera nacido en México, a finales del siglo antepasado, habría hecho sombra a Emiliano Zapata o Francisco Villa.
Hace algunos años, el periodista y escritor italiano Gianni Miná lo interrogó para la Gazetta dello Sport:
— Dicen que sos loco, le dijo el reportero amigo desde hace años de Maradona.
–Me gusta -respondió Diego-, los locos, los borrachos y los niños son los únicos que dicen la verdad”.
El pasado 24 se feberero se divulgó en Buenos Aires, Argentina, la noticia de que Diego firmó con el canal venezolano de televisión Telesur como comentarista del Mundial de Brasil, mientras el país se desangra porque Estados Unidos quiere su petróleo.
Su decisión, describió El Diez, es “tributo” al fallecido presidente Hugo Chávez.
“Ha llegado el momento emocionante de mi vida de poder firmar este contrato que me liga a Telesur, a mis amigos venezolanos”, dijo Maradona, de 53 años.
“Vamos a transmitir todo el Mundial de Brasil para Telesur, porque así lo hubiese querido el comandante”, añadió en alusión a Chávez, muerto en 2013.
Atrás de la desestabilización del gobierno izquierdista de Nicolás Maduro se encuentra el país de los Cara Pálida –Estados Unidos—porque desea volver a tener el control sobre su principal oro negro.
El Pelusa, uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos, fue la estrella de Boca Juniors, Barcelona y Nápoles. Con la albiceleste ganó el Mundial de México 1986.
Telesur, un canal regional con base en Caracas, dijo que lo había contratado para participar en su programa De Zurda –casi una elegía a esa extremidad inferior que hizo famoso al exfutbolista— que será transmitido a diario durante el torneo, que se jugará del 12 de junio al 13 de julio.
Esta no será su primera incursión en el periodismo deportivo. Debutó como comentarista para el Canal 13 argentino durante el Mundial de Estados Unidos 1994, después de quedar excluido de la competencia por dar positivo en un control antidopaje.
“Estoy dispuesto a ser un soldado de Venezuela para lo que manden, porque la verdad, que estos señores, si se les puede decir señores, ya dan asco“, opinó en referencia al gobierno de Barak Obama.
Y agregó: “Por eso creo en Venezuela. Viva Chávez, viva Maduro, viva Venezuela y aguanten, aguanten porque Venezuela, Maduro y Chávez, desde el cielo los están acompañando”.
“Me siento muy orgulloso de defender una patria bolivariana como quería el comandante Chávez. Les mando un beso grande y nos vemos en el Mundial”.
Según los últimos reportes periodísticos, al menos 16 muertos, más de 140 heridos y 45 detenidos, entre ellos unos nueve miembros de la fuerza pública, han dejado las protestas contra el gobierno venezolano que se iniciaron hace tres semanas.
En un texto periodístico de CubaDebate –contra el terrotismo médiático—de internet en 2013, antes de la muerte del presidente venezolano, Hugo Chávez, dice, en referencia al paso de Maradona con el Napoli:
Ovacionado en Milán, Diego Maradona, que asistirá mañana al clásico Roma-Napoli, afirmó hoy que sus “héroes” son Fidel Castro y el Che Guevara y expresó que él ha hecho de “portavoz” del líder cubano y también de Hugo Chávez, durante un homenaje del diario italiano La Gazzetta dello Sport, en una sala colmada por periodistas y también fanáticos del Napoli en la ciudad de Nápoles.
“El que ama no olvida”, agradeció Maradona los aplausos.
“Fidel Castro y Che Guevara son mis héroes, porque ellos se jugaron la vida para seguir donde están. Cuba me acogió“, añadió el excrack argentino, quien aceptó la invitación del club Roma para ir mañana al Olímpico al partido ante Napoli, su exequipo.
Consultado sobre qué aconsejaría a Mario Balotelli, el crack más polémico de los últimos años en Italia, Maradona respondió que lo que pudiera decirle lo haría a solas en una habitación y pidió que “lo dejen tranquilo”.
“Cuando jugaba en Manchester City me mandó una foto mientras fumaba un cigarro. Me hizo reír”, contó sobre el crack de Milán.
Preguntado sobre las denuncias de arreglos de partidos, Maradona respondió que “si el futbol sigue así y la gente empieza a creer que los resultados están arreglados vayámonos y pongamos una telenovela”.
Cuando le pidieron otro consejo para los jóvenes futbolistas, Maradona contestó que “la familia está ante todo. Nada tiene sentido sin la familia”, al tiempo que, ante otra pregunta, dijo que jamás comprendió ni comprenderá el racismo.
Aprovechó entonces para criticar con dureza a la FIFA: “son viejos agarrados a sus puestos por el negocio, no les interesa el futbol ni los jugadores”, expresó.
Fanáticos con camisetas de Argentina y del Napoli aplaudieron muchas de sus respuestas y terminaron entonando “Ho visto Maradona”, clásico cántico de los fanáticos napolitanos en los tiempos del “Pibe de Oro”.
Tras ocho meses de ausencia, Maradona llegó hoy Milán desde Singapur en compañía de su actual novia, Rocío Oliva, para asistir al lanzamiento de La Gazzetta dello Sport de una colección de videos con sus goles y su vida titulada: “Maradona, No Seré Nunca un Hombre Común”, coordinado por Miná. (Con información de ANSA, agencia noticiosa italiana)
Imágenes que han hecho recordar la de Maradona durante su etapa en el Nápoles, cuando se fotografió junto con los hermanos Giuliano, jefes de la Camorra del barrio napolitano de Forcella, en su bañera en forma de concha dorada.
Un error por parte del Pibe de oro, pero justificado entonces porque la estrella argentina no podía conocer quiénes eran las personas que se le acercaban y le invitaban a cenar.
“Me hice muy amigo de Maradona, que venía a menudo a mi casa, pero sólo porque decía que se lo pasaba bien conmigo y sólo en un par de ocasiones me pidió si le podía procurar cocaína para uso personal”, desveló durante un proceso también Salvatore Lo Russo, uno de los poderosos jefes de la Camorra, lamafia napolitana y ahora testigo protegido de la justicia italiana.
Tras el Mundial de Italia 1990, Maradona despidió a su representante Guillermo Cóppola y contrató a Marcos Franchi.
En la parte futbolística, la temporada 1990-1991 comenzaría exitosamente al ganar en el mes de diciembre la Supercopa de Italia. Sin embargo, no finalizaría de la mejor manera ya que daría positivo en un control antidopaje por primera vez en su carrera.
El 17 de marzo de 1991, por la fecha 25, el Nápoles le ganó por 1-0 al AS Bari con gol de Gianfranco Zola.
Tras el partido Maradona fue elegido para el control antidopaje, que finalmente daría positivo por cocaína. La Federación italiana le impuso una sanción que lo alejaría de los estadios durante quince meses, sanción que fue ratificada por el Comité de Apelación.
Maradona decidió volver a la Argentina el 1 de abril, y se instaló en Buenos Aires. El 26 de ese mismo mes un operativo policial allanó el departamento que Maradona tenía en el barrio de Caballito.
El jugador se encontraba con dos amigos y fueron halladas drogas en su poder, por lo que fue detenido por la policía. Un día después, tras el pago de una fianza de 20 mil pesos, fue liberado.
Si bien no se le inició un proceso penal, la jueza Amelia Berraz de Vidal le ordenó someterse a un tratamiento de rehabilitación.
Entrevistado por este agorero columnista en 2014, como reportero de El Universal, César Luis Menotti, director técnico de la selección argentina, que ganó el mundial de 1978, y quien dirigió a Maradona, dijo que en realidad quien le había cortado las piernas a Diego fue la Federación del Calcio Italo.
Tan sencillo, planteaba, que dejarlo jugar con su equipo y advertirle que sería sometido a controles antidopaje al final de cada encuentro oficial.
“Le quitaron su razón de vida: el futbol”, dijo Menotti, palabras más menos.
El Balón de Oro que el futbolista Diego Armando Maradona ganó durante el Mundial de México de 1986 fue robado por la Camorra y luego fundido en lingotes, según reveló uno de los “padrinos” de esta mafia al diario italiano Corriere della Sera.
Lo Russo, quien está siendo juzgado por tráfico de drogas, aseguró que el trofeo fue robado en un asalto al Banco de Napoles en 1989 y más allá del valor sentimental o simbólico fue fundido para ser cambiado por dinero.
Según señala el diario, Lo Russo había ayudado previamente a Maradona a recuperar algunos relojes que también le habían sido sustraídos en Nápoles, pero cuando intentó hacer lo propio con el Balón de Oro “no llegó a tiempo”, porque tras el robo fue fundido en lingotes.
Lo Russo señaló que en varias ocasiones le proporcionó drogas al futbolista argentino, quien luchó con una larga adicción a la cocaína. El mafioso dijo que conoció a Maradona a través Gennaro Montuori, conocido en el ambiente del futbol italiano como “Palummella” y jefe de un grupo de ultras napolitanos.
Al menos este destino a manos de la Camorra del Balón de Oro acaba con la sardónica especulación de que Maradona lo fundió el mismo (pero en cocaína).
Si Pelusa tuviera la mano izquierda con que Pelé se desenvuelve con el poder del futbol, y a su sombra seguir enriqueciéndose, hace tiempo que habría perdido su esencia como ser humano.
Eso sí se agradece al Diez.
