RAMÓN ZURITA SAHAGÚN
Después de la debacle de 2018 y de la pérdida de la mayoría de sus gubernaturas en 2021 y 22, el PRI busca reagruparse, recomponer su figura y presentarse como una opción válida ante los electores.
La tarea no es sencilla y en contra operan algunas acciones de sus dirigentes que no han permeado en la sociedad y que los alejaron de la alianza que sostenían con panistas y perredistas.
En los altos mandos del partido saben que ir solos en la contienda presidencial del 24 es una aventura en la que podría darse como resultado la sepultura del partido.
La dirigencia partidista se encuentra consciente de que lo primero que deben recuperar es la confianza del electorado, algo perdido desde hace algunos años, lo que se catapultó con los resultados en cada uno de los procesos comiciales del pasado reciente.
La situación no es nada sencilla, ya que los actos de corrupción del sexenio anterior dejaron un saldo lamentable y que muchos de sus militantes prefieran saltar a otros partidos que les ofreciera, algo de lo que este organismo político ya no podía, certeza en el futuro.
Por eso, la apuesta del priismo radica en ofrecer algo distinto de lo que identificaba en el pasado a este partido que durante algún tiempo trajo beneficios y en los más recientes dejó un tufo de corrupción.
La pasarela de los prospectos presidenciales del PRI trajo el primer intento de reunificación del partido para escuchar las propuestas de estos personajes que aspiran a disputar la Presidencia de la República.
El ensayo fue satisfactorio como tal, ya que mostró algunas (pocas) caras nuevas de militantitas y figuras destacadas y muchas del pasado que han logrado sobrevivir en estos tiempos de radicalización.
Causaron un grato sabor las propuestas de los ocho participantes en este foro, de donde podría surgir el candidato presidencial del partido.
Los que mejor impresión dejaron fueron dos mujeres, Beatriz Paredes y Claudia Ruiz (Salinas) Massieu, ambas senadoras y parte de la magra representación d este partido. Ildefonso Guajardo y José Ángel Gurría mostraron el perfil neoliberal que los caracteriza.
Alejandro Murat fue la gran decepción, pues se esperaba más de su presentación y los pocos y tibios aplausos de los concurrentes dan cuenta de ello. Enrique de la Madrid es quien más activo se encuentra en busca de la nominación presidencial y Esteban Villegas, al igual que Miguel Ángel Riquelme, gobernadores de Durango y Coahuila, respectivamente, usaron el foro para mostrase ante un priismo que no los conoce todavía.
En fin, para los priistas es un primer intento de acercamiento y recuperar algo del prestigio perdido y como dijo la senadora Claudia Ruiz, el PRI debe reconocer sus errores y recuperar honorabilidad.
Dentro de éste selecto grupo, solamente faltó de participar Alfredo del Mazo, al que algunos consideran con posibilidades de entrar en la competencia, por lo que, tal vez, se decida participar en el siguiente foro.
A diferencia de la pasarela instrumentada por el PAN, con pocos reflectores, la de los priistas mereció mayor atención y resultó una agradable sorpresa, aunque se ve muy distante que solos o acompañados puedan sacar a MORENA de la Presidencia de la República.
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Se encuentra en marcha la pretendida Reforma Electoral, la que lleva como base la desaparición del INE y de los organismos electorales estatales, además de la reducción del número diputados y senadores. Será una férrea disputa que se considera difícil de aprobar en los términos redactados por MORENA…Quedó de manifiesto que tanto PRI como PAN deberán marchar juntos en n frente común si quieren ser competitivos en una elección presidencial, los perredistas aportan muy poco, pero que al final de un proceso electoral puede marcar la diferencia entre un triunfo o una derrota.
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