Acento
Salvador Flores Llamas
No extraña que López Obrador esté atrás el movimiento de alumnos del Poli, como lo estuvo de los macheteros de Atenco desde que armaron su alboroto en 2001 e impidieron a Fox construir el Nuevo aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Entonces se publicó (ni Fox, ni Creel ni el CISEN hicieron caso) que Carlos Imaz Gispert, jefe del PRD en el DF, movía a los ejidatarios de Atenco, con los ex huelguistas de la UNAM Antonio Santos e Imanol Ordorika, para que no vendieran sus tierras al gobierno e impidieran erigir la terminal aérea.
Imaz, por cierto, fue eliminado de la política cuando Carlos Ahumada reveló un video en que le entregó miles de dólares por obras que le contrató como Delegado en Tlalpan; pero su esposa Claudia Sheinbaum fue operadora incondicional de Amlo para introducir el Metrobús al DF y liderar a “Las Adelitas” que bloquearon el Senado al discutir la reforma energética de Calderón, y la acusaron de quedarse con la gratificación con que Andrés las premió.
De ahí lo empecinado de los ejidatarios, liderados por Ignacio del Valle, que armaron su zipizape cuando el gobierno, sin estrategia, quiso pararlos autoritariamente y amedrentaron al secretario de Gobernación Creel, que nunca supo ni para qué estaba en Bucareli.
Después desfilaban impunemente por el DF, amparados por el Peje, jefe de Gobierno, en abierto desafío a Fox para que los reprimiera.
Ahora Teresa del Valle, hija de Ignacio azuzó a un grupo para hacer lo mismo, pero fue después de que (sigilosamente) la SCT negoció un acuerdo ventajoso para ellos de vender sus tierras para el Nuevo Aeropuerto, y lo ganaron en una asamblea.
Lo negoció el titular de la SCT, Ruiz Esparza, y le agitación de Teresa del Valle y apoyada por el Peje, se desinfló por extemporánea, quizá no sin rascarle unos milloncejos a Bucareli.
Su jefe Amlo tiene muy andado ese camino, pues negoció con la Segob que le dieran el registro a su partido Morena, a cambio de “portarse bien” y desarmar las protestas contra las reformas educativa la energética. Para la primera hasta se fingió enfermo grave y dejó colgados a los viejitos que tiene de fans en el DF.
Él es insaciable para agitar (surgió como incendiario de pozos petroleros en Tabasco) y de jefe de Gobierno del DF se distinguió en eso y culminó con el teatro del desafuero, que ingenuamente le montó el propio presidente Fox.
El líder principal del garlito que ahora le tendió Amlo al Sr. de Bucareli fue Daniel Antonio Rosales, cabeza del movimiento de Morena de estudiantes del IPN, quien monopolizó el micrófono y casi se le arrebató a Osorio Chong afuera de Gobernación, y rechazó aceptar las respuestas “al vapor” del secretario, en la reunión del 3 de octubre.
Es tiempo de que aún no entregan su contrapropuesta a Osorio.
Rosales portó en esos actos una cámara fotográfica Nikon de 15 mil pesos, al cabo su patrón, Amlo ya recibe millones por Morena, el negocio que esperaba, y quiere exprimirle más al gobierno mediante otras algaradas que patrocina bajo cuerda.
A ver en qué para lo del Poli, que quiso capitalizar el titular de Gobernación para adornarse como negociador, sin antes mandar indagar al CISEN (que, dirige, por cierto, Eugenio Imaz, hermano de Carlos) la raíz del movimiento del IPN, o quizá engañado por él para no descubrirlo como trampa de Andrés Manuel.
Ojalá no estemos ante un gran movimiento estudiantil de protesta –surgido en vísperas del aniversario del Tlatelolcazo de 1982- y el gobierno indague a fondo ésa y más subversiones y a los anarquistas que azotan al DF,la UNAM y CCHs y tienen de viveros de porros la Universidad de la Ciudad de México, fundada para ello por el Peje y preparatorias que dependen del gobierno capitalino, también controladas por el tabasqueño.
Porque aunque éste transó con Bucareli le dieran el registro de Morena, quiere cobrar a dos manos y auspicia ésas y más agitaciones.
Tal vez precise remover al director del CISEN Eugenio Imaz, de comprobarse que está ligado al agitador mayor del país, por la salud social y política de México.
El momento es doblemente delicado, por el caso de los normalistas de Ayotzinapa, Guerrero: de los que 6 fueron acribillados por policías en las fosas clandestinas de Iguala.
Papelón de Navarrete y de Barbosa al defender a Aguirre Rivero y al alcalde de Iguala, José Luis Abarca, también perredista y con nexos claros con el crimen organizado.”Si mi renuncia resuelve las cosas, me voy”, dijo ayer el gobernador, pero no quiere soltar el hueso y sería inadecuado permaneciera el año que le falta, pues su sucesor será elegido el primer domingo de junio de 2015.
Rubén Figueroa cayó por el asesinato de 11 campesinos por la policía en Aguas Blancas.
Total, el PRD no se cansa de tratar de tapar los hechos criminales de sus miembros. Hoy defiende al gobernador Aguirre y al alcalde Abarca, como antes defendió al narcodiputado Julio César Godoy, hermano de Leonel, el ex gobernador que expolió a Michoacán.
