Ágora Deportiva
Jesús Yáñez Orozco
Cuando se supone que el futbol es el opio de los pueblos –desde la mitad del siglo pasado, en el mundial de Chile 1962, cuando se realizó la primera transmisión de televisión global, y lo que va de este— resulta que en México no es así.
Al menos en algunos lugares, en cuanto a la delincuencia organizada se refiere, para cuyos miembros la adición más fuerte no es alguna droga, ni el baloncito, sino la muerte: Quien entra en ella no sale con vida.
Ley no escrita.
Porque los millones de aficionados al balompié deben sumar –a la violencia social, política y económica que general el Estado-PRI— la de los carteles del narcotráfico, secuestradores, asaltantes, narcomenudistas, extorsionadores.
Así, a las ‘agresiones institucionalizadas’ –sentimiento de desamparo, indefensión, desempleo, marginación, analfabetismo, hambre, incluso represión— se suma la delincuencial.
Pero hay más: el trato discriminatorio, de “esclavos”, que reciben los jugadores profesionales por sus amos, los dueños de los clubes. Son, literal, delincuentes perfumados de cuello blanco.
Porque cada partido jugado en un estadio de futbol nacional se encuentra la turba en la que se incuba la predisposición a la violencia.
Muchas veces explota por la carga psicológica que trae cada aficionado.
Y va de los cosos –sube de las canchas a las tribunas– y sale a las calles y viceversa.
Parafraseo a Ignacio Trelles, de 98 años de edad, máximo ganador de títulos de liga en el futbol mexicano:
“Importa más lo que sucede fuera, que dentro de las canchas”.
En este contexto, resulta inconmensurable el frenesí mundial, mediático –destacados diarios internacionales de economía y finanzas e información– y político, que censuran el vacío de poder del gobierno del Terremoto Nacional –que “mueve a México”— por las 22 muertes de presuntos delincuentes, a manos del Ejército Mexicano en Tlatlaya, Estado de México, y la desaparición forzada de 43 normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, donde, previamente, estuvo involucrado un equipo de futbol.
EL club fue baleado por las fuerzas del orden cuando viajaba en su autobús.
Igual o peor es la exacerbada indignación mundial –con el Jesús en la boca—comprable con las masacres israelitas de palestinos en la Franja Gaza.
El dolor nacional se ha elevado a la milésima potencia, con el valor agregado de los autogoles de la violencia.
Sólo en los últimos –casi– siete años hay alrededor de 120 mil muertos en la lucha contra la delincuencia organizada, principalmente carteles de la droga que ya suman alrededor de un centenar, si nos ceñimos a la versión de la revista Contralínea que hace un tiempo los ubicaba en más de 90 que asolaban al país.
Y sólo de 1971 a la fecha han sido documentados los asesinatos de unos 250 periodistas, de acuerdo con Wikipedia.
Sinfonía de balas sobre el camposanto nacional sobre cuyas sepulturas rueda indiferente el balón.
¿Será acaso que el futbol profesional está relacionado con la crónica violencia con la que nos despertamos los mexicanos, como si todas las mañanas escucháramos una sinfonía macabra de cifras de muertos y desaparecidos minimizados por el mejor arte que domina el poder: la mentira?
Sí, es la dolorosa respuesta.
Porque son maestros en decir nada, cuando son entrevistados todos los funcionarios habidos y por haber. Choro mareador.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), siete entidades destacan entre las más violentas donde, curioso, se practica futbol profesional:
Chihuahua, Sinaloa, Tamaulipas, Nuevo León, Muchoacán, Guerrero y, por supuesto, el Estado de México, que hace tres años todavía gobernaba Homero Addams, el que despacha en Palacio Nacional, y que tiene la mayor cantidad de municipios del país: 125.
El diario deportivo La Afición Milenio, en un texto publicado el pasado 10 de octubre, firmado por Héctor Ortiz, y titulado ‘El futbol en los estados más violentos del país’ advierte que “el balompié también ha sido víctima y los equipos representativos de dichas entidades están a expensas de cualquier ataque”.
Y recordó, que previo a la desaparición forzada de los normalistas, el atentado sufrido por el equipo de Tercera División, Los Avispones de Chilpancingo, “es solo un caso más de hechos violentos que marcan drásticamente al futbol mexicano en cualquiera de sus categorías”.
En dichos estados existen 82 equipos, repartidos entre las distintas divisiones reconocidas por la Federación Mexicana de Futbol (Femexfut), virtual panteón del balompié, porque ahí tienen sepultado el esférico los dueños de los clubes:
Liga MX, Ascenso MX, Segunda División Premier, Segunda División, Liga de Nuevos Talentos y Tercera División.
En diario El Economista, en una nota del 8 de enero de 2012, firmada por Iván Pérez, titulada ‘los cárteles también juegan futbol’, afirma que el vínculo de futbolistas, clubes o directivos no es nuevo en México.
Añade que entre Primera y la Liga de Ascenso, 18 instituciones juegan en zonas de cárteles y hay 10 razones que hacen vulnerable al balompié.
Y más aún.
“El futbol es muy atractivo para la delincuencia organizada, ya que es un negocio”, aseguró a El Economista, en charla telefónica, Mercedes Escudero, profesora de la Universidad Iberoamericana (UIA), consultora de imagen pública, comunicación estratégica y especialista en seguridad.
Ésta es una de las razones de por qué el narcotráfico mira al balompié como uno de sus motivos de conquista.
Según La Afición, estos equipos no solo corren el riesgo de jugar en los lugares más riesgosos del territorio mexicano.
También los rivales que los visitan están a expensas de cualquier agresión directa o indirecta ya sea dentro del estado o durante su traslado.
Todavía está fresca en la memoria colectiva la fecha del 20 de agosto de 2011, cuando el máximo circuito del balompié nacional vivió uno de sus pasajes más oscuros, cuando Santos y Morelia disputaban un partido en el Territorio Santos Modelo y una balacera se suscitó en las inmediaciones del inmueble entre grupos de narcotraficantes.
Se detuvo el juego, que se transmitió el vivo a todo el país. Se miró a aficionados, jugadores y todos los presentes en el estadio cómo fueron presas del terror y angustia.
Se resguardaron como pudieron en las tribunas, mientras la confusión y las detonaciones crecían con cada minuto que transcurría.
Los casos de violencia en general, alrededor de la República Mexicana, generan zozobra y causan desconfianza, incluso para realizar aquellas actividades que, en el papel, resultan un motivo de alegría y distracción ante la furia que aqueja la nación.
Futbol, por ejemplo.
En la ciudad de México la violencia simboliza un barril de pólvora donde falta una chispa de inconciencia colectiva o individual que encienda la mecha para que estalle.
Y ser percibe durante los partidos en los estadios Azteca, Ciudad Universitaria, y el Azul, donde juegan América, Pumas y Cruz Azul.
Esto obedece entre otras cosas, que va a contracorriente del discurso oficial, hay consumo de drogas mariguana, sobre todo, antes, durante y después de los partidos en los estadios, y muchos jóvenes está vinculados al socorrido narcomenudeo.
El Estado de México encabeza la lista de los estados con mayor índice de inseguridad, y también el que más equipos tiene dentro de su territorio: 29. Una en Primera División (Toluca), cinco de Segunda División y 23 en Tercera.
Siguen Michoacán y Tamaulipas, con 13 equipos cada uno, en su mayoría de Tercera División; Chihuahua y Nuevo León aportan 8 escuadras y completan la lista Sinaloa y Guerrero, con seis y cinco clubes, respectivamente.
En 2010, La Afición ya había publicado una nota donde evidenciaba el brote de violencia que, en ese entonces, obligó a la FMF a cancelar seis partidos de Tercera División debido a que los equipos de la zona norte, tenían temor de salir a jugar y prefirieron no correr ese riesgo.
A continuación una radiografía de los focos rojos del futbol mexicano realizada por La Afición.
Estado de México
1 Deportivo Toluca Liga MX
2 Real Cuautitlán, Segunda División Premier
3 Teca UTN, Segunda División Premier
4 Toros Neza, Segunda División Premier
5 Universidad Autónoma del Estado de México, Segunda División Premier
6 Deportivo Nuevo Chimalhuacán, Segunda División Liga de Nuevos Talentos
7 Texcoco, Tercera División
8 Coyotes Neza, Tercera División
9 Lobos Unión Neza, Tercera División
10 Morelos Ecatepec, Tercera División
11 Novillos Neza, Tercera División
12 Real Olmeca Sport, Tercera División
13 Aztecas AMF Soccer, Tercera División
14 Deportivo Metepec, Tercera División
15 Deportivo Vallesano, Tercera División
16 Estudiantes Atlacomulco, Tercera División
17 Futcenter, Tercera División
18 Grupo Sherwood, Tercera División
19 Ixtlahuaca, Tercera División
20 Jilotepec, Tercera División
21 Manchester Metepec, Tercera División
22 Real Halcones, Tercera División
23 Tejupilco, Tercera División
24 Tolcayuca, Tercera División
25 Universidad Autónoma del Estado de México, Tercera División
26 Unión Estado de México, Tercera División
27 Unión Acolman, Tercera División
28 Independiente Mexiquense, Tercera División
29 San José del Arenal, Tercera División
Guerrero
1 Internacional, Segunda División Premier
2 Acapulco, Tercera División
3 Avispones de Chilpancingo, Tercera División
4 Iguala F.C, Tercera División
5 Lobos Zihuatanejo, Tercera División
Chihuahua
1 Universidad Autónoma de Chihuahua, Segunda División Premier
2 Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, Segunda División Premier
3 Aldama, Tercera División
4 Futbol Premier, Tercera División
5 La Tribu, Tercera División
6 Soles, Tercera División
7 Real Magari, Tercera División
8 Universidad Autónoma de Chihuahua, Tercera División
Michoacán
1 Monarcas Morelia, Liga MX
2 Universidad Michoacana, Segunda División Liga de Nuevos Talentos
3 Zitácuaro, Segunda División Liga de Nuevos Talentos
4 La Piedad, Segunda División Liga de Nuevos Talentos
5 Real Zamora, Segunda División Liga de Nuevos Talentos
6 Sahuayo, Segunda División Liga de Nuevos Talentos
7 Limoneros Apatzingán, Tercera División
8 Monarcas Zacapu, Tercera División
9 Originales Aguacateros, Tercera División
10 Peces Blancos de Pátzcuaro, Tercera División
11 Real Zamora, Tercera División
12 Queseros, Tercera División
13 Sahuayo, Tercera División
Tamaulipas
1 Correcaminos UAT, Ascenso MX
2 Altamira, Ascenso MX
3 Reynosa, Segunda División Premier
4 Tampico Madero, Segunda División Premier
5 Topos, Segunda División Liga de Nuevos Talentos
6 Universidad Autónoma de Tamaulipas, Segunda División Liga de Nuevos Talentos
7 Canteranos de Altamira, Tercera División
8 Atlético Altamira, Tercera División
9 Bravos, Tercera División
10 Ciudad Madero, Tercera División
11 Correcaminos UAT Tercera División
12 Estudiantes Tec. Nuevo Laredo, Tercera División
13 Ho Gar, Tercera División
Sinaloa
1 Dorados, Ascenso MX
2 Murciélagos, Segunda División Premier
3 Deportivo, La Cruz Tercera División
4 Diablos Azules, Tercera División
5 Mazatlán, Tercera División
6 Universidad Autónoma de Sinaloa, Tercera División
Nuevo León
1 Tigres UANL, Liga MX
2 Monterrey, Liga MX
3 Cachorros UANL, Segunda División Liga de Nuevos Talentos
4 Jaguares Nuevo León, Tercera División
5 Monterrey, Tercera División
6 Panteras Negras, Tercera División
7 Tigres UANL, Tercera División
8 Universidad de Monterrey, Tercera División
Seguirán, pues, los autogoles de la violencia.
