Tópicos Legislativos
Ignacio Álvarez Hernández
A unos meses del mega proceso electoral del 2015 con 17 elecciones, en la que se disputarán nueve gubernaturas, el PRD controlado en los últimos 8 años por los “Chuchos” de Nueva Izquierda, se desmorona no sólo internamente, sino institucionalmente frente a una ciudadanía que ve como se desmorona en sus principios y corrompe la doctrina de la democracia social.
El golpe más severo a las siglas del sol azteca fue el de su fundador y líder moral Cuauhtémoc Cárdenas, quien al solicitar la renuncia del actual comité ejecutivo presidido por Carlos Navarrete, afirmó que el Partido de la Revolución Democrática, está inmerso en un largo proceso de pérdida de autoridad moral de sus dirigentes, de presencia, credibilidad y disminución creciente de militancia.
“Años de desviaciones y claudicaciones, el partido se ha ido diluyendo como institución y como opción política ante la ciudadanía, consecuencia de una línea política de contradicciones, corrupción e incumplimiento en el respeto a los principios estatutarios”, acusó Cuauhtémoc Cárdenas.
Antes, el senador Lópezobradorista, Alejandro Encinas, quien al perder López Obrador la elección para Presidente y él la de gobernador del Estado de México, fue reducido, primero como diputado y después como senador en un legislador del montón, se pronunció por la disolución del partido al perder su perfil de oposición y convertirse en otra sigla sumisa del actual gobierno priísta.
En la Cámara de Diputados, la división enmascarada que prevalece desde el inicio de la LXII Legislatura, contra el actual presidente de la Mesa Directiva Silvano Aureoles Conejo, quien desde que tomó las riendas de la coordinación de la bancada, enfrenta la inconformidad de más de 30 de sus legisladores como la de la cuarta vicepresidenta Aleida Alavez Ruiz, Silvano Blanco de Aquino y Alejandro Sánchez Camacho, entre otros.
En el grupo parlamentario en San Lázaro, legisladores pertenecientes a otras corrientes criticaron el sometimiento del “Chucho” Aureoles Conejo, al coordinador del PRI, Manlio Fabio Beltrones Rivera, quien al igual como ocurrió en el Senado con Carlos Navarrete en el sexenio pasado, por los “servicios prestados”, lo apoyó para asumir la presidencia de los Diputados.
La inconformidad contra Aureoles Conejo, se acrecentó en los últimos días, por su “ausencia” en discusiones “difíciles” en el Pleno, en las que deja al frente al vicepresidente “verde” Tomás Torres Mercado o al priísta Francisco Arroyo Vieyra, quien hasta ordena quitar el audio a críticas incómodas de opositores de izquierda.
En pocas palabras, el PRD con una dirigencia partidista y parlamentaria, como lo expresó Cuauhtémoc Cárdenas, se convirtió en “simple franquicia político-electoral, subordinada a intereses ajenos a su militancia”, más interesada en negociar cotos de poder, que en impulsar la consecución de la igualdad social por medio de derechos colectivos, frente a intereses netamente individuales y privados
