Ágora Deportiva
Jesús Yáñez Orozco
“En política los amigos son de mentiras y los enemigos de verdad”:
Gilberto Alcalá, ex árbitro y ex diputado local de Morelos.
No soporta la prueba del ácido la calidad moral y ética de los deportistas metidos a la ‘grilla’. Tampoco sus acciones aguantan ser colocadas bajo el microscopio de las palabras en el laboratorio del quehacer periodístico, ídolos incluidos.
Lo mismo de izquierda, centro, que de derecha y ultraderecha. Irremediable Trinidad Satánica: PRIANPRD.
Todos tienen cola que les pisen.
Y, peor tantito, tratándose del dinosáurico y tiránico NarcoPRIgobierno.
Están cortados por la misma tijera: ambición desmedida por el poder y el dinero.
Futbolistas, medallistas olímpicos, árbitros panboleros, forman parte de la fugaz constelación de personajes del deporte nacional que nada han hecho, desde un cargo de elección popular, por mejorar las paupérrimas condiciones de los 70 millones de mexicanos que viven en extrema pobreza.
Ni harán.
En su momento lo hicieron los ex boxeadores Raúl “Ratón” Macías, eterno diputado suplente por el PRI, famoso por su frase “todo se lo debo a mi manager y a la Virgencita de Guadalupe” y Rubén “Púas” Olivares, conocido por su adicción a la mariguana y el alcohol, actor y poeta popular, quien hace tiempo dejó de decir que deseaba ser sepultado en la Rotonda de los Personajes Ilustres, y quien fracasó en conseguir una diputación del Partido Social de los Trabajadores.
Fueron dos de los deportistas ícono del pueblo.
Entre los actuales destacan: Cuauhtémoc Blanco Bravo, Ana Gabriela Guevara, Felipe Muñoz Kapamaz, Carlos Mercenario, Gilberto Alcalá, Carlos Hermosillo y Bernardo Segura.
Todos sufren del mismo mal: impunidad, corrupción, negligencia, tráfico de influencias…
Vicios privados, virtudes públicas.
Son, sin remedio, rémoras de la política, que piensan que por tener los reflectores de la opinión pública sobre ellos pueden representar al pueblo. Zapatero a tus zapatos. Oportunistas que carecen de la más elemental formación política.
Crecen como enredaderas a la vera del servicio público. Y, en algunos casos, con la educación secundaria apenas cursada.
Mas todo puede pasar en un país como México, si tenemos a un presidente de la República que, reconocido oficialmente, carece de historial académico alguno.
En las redes sociales circula un texto del periodista especializado en deportes, Iván Flores, de quien he retomado su información en un par de ocasiones por su acuciosa labor de investigación, como colaborador del diario El Economista y la Revista Forbes, ahora en la página web “juanfutbol”.
Se titula Corrupción, negligencia, tráfico de influencias.
Con una interrogación como subtítulo:
¿El futuro de Cuauhtémoc?
CBB, empedernido bebedor de cerveza desde que jugaba en América, jugador polémico dentro y fuera de la cancha, ídolo de la afición de Las Aguilas, Necaxa, Valladolid, de España, Chicago Fire, del país de las Bardas y las Estrellas, Veracruz, Dorados de Culiacán, Santos, y quien colgará los botines con el Puebla en unos días más para dedicarse a su labor proselitista, pero sobre todo de los Ratones Verdes Reumáticos. Acapara espacios en prensa escrita, radio, televisión, redes sociales y periodismo digital por su candidatura a la alcaldía de Cuernavaca, Morelos, por el Partido Social Demócrata.
No sólo es conocido, reconocido y parodiado por cómicos y comediantes, por su invisible joroba, que le dio el apodo de “El Camellito”, sino por sus ‘affaires’ amorosos con bellezas del tele-excremento, Televisa-TV-Azteca.
Y también, entre los trabajadores del América, en broma y en serio, también se señala que tuvo “sus queberes” con excompañeros de juego, Duilio Davino y Braulio Luna.
Sólo con una leve edición del texto de Iván Flores, va íntegra su colaboración.
Escribe:
Acusaciones de extorsión, tráfico de influencias, robo de dinero, negligencia, asistencia a sus sitios de trabajo en estado de ebriedad o uso de recursos públicos para otras campañas electorales, son algunas de las acusaciones que han recibido en los últimos 20 años personajes ligados a la épica deportiva.
Un dato: del 100 por ciento de los ex deportistas o dirigentes ligados a esta actividad, 50 por ciento ha recibido acusaciones oficiales sobre actos ilegales.
Cuauhtémoc Blanco debe estar consciente que a partir del mes de abril, cuando inicie su campaña para ganar la alcaldía en Cuernavaca, sus horas de sueño podrían disminuir tanto que sólo podrá dormir entre dos o tres horas, y en ocasiones no lo hará.
El candidato por el Partido Social Demócrata (PSD) también debe considerar que al terminar sus actividades como candidato tendrá que reunirse con su equipo, ya entrada la noche, para evaluar la jornada y proyectar el día siguiente, que generalmente podría comenzar a las cinco de la mañana.
Una campaña, dicen los que han pasado por ahí, es extenuante, desgastante y agobiante, aunque también que es emocionante, maravillosa y bonita.
El 22 de febrero de 2004, en Irapuato, Guanajuato, Virginia Tovar avaló una decisión del juez de línea que marcó fuera de lugar a Cuauhtémoc Blanco. Ella es la primera mujer, y hasta ahora la única, que ha pitado un partido de primera división.
Las cámaras de televisión enfocaron la discusión entre ella y el futbolista, luego volvieron a donde estaba el balón.
Vicky, como le dicen a la árbitro, contó que en ese diálogo Temo le dijo: “mejor ponte a lavar los trastes”.
El hombre que ha sido acusado por sus ex mujeres de golpeador, que según la versión de Tovar desdeña del futbol a una mujer en la cancha y la envía a hacer labores domésticas, buscará este verano ser electo para gobernar un sitio donde la Comisión Nacional de Atención a la Violencia contra las Mujeres emitió, sólo en noviembre y diciembre de 2014, quince recomendaciones por violencia de género y discriminación contra ellas, justamente de lo que se le acusa en su vida deportiva y privada. Blanco, quien ha simulado orinar una portería, quien inició un connato de bronca en el estadio Azteca en el 2002, mismo que originó la invasión del campo por parte de fanáticos, quien fuma cigarrillos a semanas de iniciar el Mundial, debe saber que para la campaña “uno tiene que estar en la mejor disposición, es cansado, tiene que ir a las casas y sentarte a presentar su proyecto, buscar foros, y no dormir”, dice Roberto Ruiz Esparza (ex futbolista) quien después de ser diputado federal por el estado de Puebla perdió la elección por la alcaldía de la capital poblana.
“La política no es nada fácil y sencilla, hay que saber transitar, estar y asesorarte mucho con los temas”, relata el ex defensa del Puebla.
Además de ser un novato en cuestiones electorales, Cuauhtémoc se enfrentará a una tendencia desfavorable para el partido político que lo postula, el cual sólo obtuvo el 2.61 por ciento del total de los votos en las elecciones del 2012 para la Presidencia Municipal de Cuernavaca, mientras que los votos nulos representaron el 2.57 por ciento.
Pese a ser uno de los jugadores más aclamados en los equipos donde ha militado, campeón con el América y emblema en los últimos tiempos de la selección nacional, el éxito deportivo no le garantiza a Cuauhtémoc Blanco el apoyo popular en las urnas.
Entonces ¿Por qué un ídolo del futbol se atreve a retar a la tendencia del fracaso electoral?
Cuauhtémoc Blanco arriba a un mundo donde otros ex deportistas y directivos no han tenido éxito alguno que presumir.
Muchos personajes que han llenado de episodios de gloria y heroísmo la historia del deporte mexicano decidieron dar el salto a la arena política, y con ello completar su biografía con trampa, corrupción e ignorancia.
Así, el mejor goleador mexicano en la historia de la primera división, Carlos Hermosillo, fue acusado por la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales por repartir despensas del Programa Oportunidades cuando era candidato para una diputación federal; la mejor velocista de todos los tiempos de nuestro país, Ana Gabriela Guevara, fue sujeta de investigación por parte de la PGR ante una supuesta evasión fiscal por más 600 mil pesos, y ahora se desempeña como presidenta de la Comisión de Asuntos Migratorios del Senado.
“Muchas veces nosotros criticamos a la política y cuando alguien decide pasar del otro lado, aunque no tenga carrera, lo crucificamos”, dice Gilberto Alcalá, ex árbitro internacional mexicano y quien fungió como diputado local en Morelos entre 2006 y 2009, criticado por ser uno de los impulsores en la ley antiaborto como diputado del PAN.
Cuatro años después de aquel suceso, Alcalá comenta al respecto: “muchas veces uno no está de acuerdo en las decisiones que se toman, pero damos el voto como grupo parlamentario y así lo hicimos”.
Si la ley antiaborto fue una decisión colectiva, la controvertida osadía de contratar a una edecán del Congreso local de 22 años como “asesora personal”, con un salario mensual de 22 mil pesos, fue una decisión particular.
Asimismo, el diario La Crónica publicó que el ex árbitro con gafete FIFA llegó a la sesión del 17 de diciembre de 2007, junto con sus compañeros Francisco Santillán, Machuca Nava, entre otros, con aliento alcohólico.
“Estoy convencido de que cuando estén las condiciones idóneas buscaré seguir participando (en la política)”, dice Gilberto, quien ahora trabaja en la Comisión de Arbitraje (de la Femexfut).
Bernardo Segura Felipe Muñoz, Carlos Mercenario, Bernardo Segura, son otros personajes que pasaron de ser exitosos a nivel olímpico a ser acusados por su mala gestión en sus cargos públicos.
Ante las acusaciones por su mal desempeño como servidores públicos, algunos medallistas olímpicos arguyen como principal argumento de defensa su trayectoria deportiva.
Tatiana Ortiz, quien ganó presea en los JO de Beijing 2008, fue acusada en febrero del 2014 de extorsionar a José Benjamín Lara, director del Instituto Municipal de Cultura Física y Deporte de Tlalnepantla, (Estado de México) con 30 mil pesos mensuales por la operación de los centros deportivos.
Ella se desempeña como Sexta Regidora del municipio y su argumento fue:
“Yo tengo una trayectoria deportiva de 20 años, con muchísimo éxito”, como si ello la hiciera inmune de cometer algún delito.
Consciente o inconscientemente piensan que la moral es un “árbol que da moras”.
@kalimanyez
