El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) considera que como parte de la discusión del paquete económico para 2017, el Congreso debe realizar un análisis exhaustivo sobre los rubros en los que se puede hacer mayores ajustes al gasto.
Esto, sobre todo cuando en materia de ingresos, a pesar de la mejora en el tema de recaudación y el efecto proveniente del impuesto a las gasolinas, la posibilidad se acota con la decisión de no modificar el entorno tributario al menos hasta 2018.
En su reporte semanal “Análisis económico ejecutivo”, apunta que la reducción al gasto público para 2017 se concentra en el programable, en especial en los ramos administrativos, para los que se tiene previsto una disminución de 16.9 por ciento en sus recursos.
Sin embargo, para los ramos autónomos se propone un aumento de 9.6 por ciento, principalmente por un alza de 14.8 por ciento en el gasto del Poder Judicial, y los esfuerzos deben ser mayores en estos rubros, pues es la parte en la que mayor margen de maniobra se tiene para realizar ajustes.
El organismo de análisis e investigación del sector privado estima que los resultados que se logren en este aspecto serán la base para hacer frente al rápido aumento en el gasto no programable.
En este tema resalta el aumento en el costo financiero del sector público, es decir, el pago de intereses de la deuda, que se ha incrementado significativamente a la par del aumento en el nivel de la deuda pública.
Indica que para este se propone un presupuesto de 568.2 mil millones de pesos para 2017, lo que representa una cifra 90.5 mil millones de pesos mayor a la aprobada para 2016.
Otro rubro que muestra un aumento importante es el relacionado con las participaciones a entidades federativas, para el cual se propone un aumento de 37.3 mil millones de pesos para 2017, respecto a lo que se aprobó en el Presupuesto de Egresos de 2016.
En opinión del CEESP, lo preocupante es que la mayor asignación de recursos propuesta para estos rubros representa poco más de la mitad del aumento previsto en los ingresos tributarios del sector público.
El hecho es que a pesar de los esfuerzos que se plantean y las favorables señales que esto significa, se debe insistir sobre la necesidad de ser más agresivos en la corrección al gasto, argumenta.