21.8 C
Mexico City
lunes, mayo 20, 2024
InicioDeportesRemedio milagroso

Remedio milagroso

Fecha:

Noticias Relacionadas

A qué le Tiras Cuando Sueñas Mexicano. Pues a que Seamos Campeones Mundiales, Uey

Arturo Sandoval   "Ningún jugador es tan bueno como todos juntos"....

México formaliza su postulación como sede olímpica

El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon, junto...

El PRI Busca su Recomposición

DE FRENTE Y DE PERFIL  RAMÓN ZURITA SAHAGÚN ...

El Tapado del PRI

DE FRENTE Y DE PERFIL    RAMÓN ZURITA SAHAGÚN...

Agora Deportiva

Jesús Yáñez Orozco

Ante la virtual legalización de la mariguana –primero en el Distrito Federal, que se calcula para el 2015, y luego, poco a poco, en el resto del país– la única forma de vacunarse contra su adicción es mediante un remedio casero, casi impensable: bueno, bonito y –cuando llega a costar—barato: la práctica de un deporte. El que sea.

 

Lo mismo aplica contra el cigarro el alcohol y las llamadas drogas “duras” –cocaína, heroína, morfina, televisina— que en combatir las consecuencias de la obesidad. Equivale al uso del condón: reduce, incluso,  la posibilidad de muerte.

Todo mundo se santigua o hace la cruz con los dedos gordo e índice cuando de mariguana se habla. No se diga si se mencionan las palabras despenalización o legalización.

Ai´ nanita.

“¡Andaba mariguano!”, es al clamor popular cuando alguien comete un crimen. Desde un atropellamiento, o robo a mano armada, hasta un multihomicidio.

En 1940, durante algunos meses, estuvo permitido su uso legal en todo el país, antes de terminar su gestión presidencial Lázaro Cárdenas del Río. Pero se echó atrás, por presiones del país de Las Bardas y las Estrellas.

En 20 de los 50 estados Cara Pálida ya está permitido su uso recreativo y medicinal. Si somos su patio trasero –o el ¿trasero de su patio? ¿Por eso nos la dejan Irapuato con todo y fresas?—es lógico que acá suceda lo mismo, tarde o temprano. En Uruguay ya se despenalizó. No hubo tanto pancho. Calculan que un gramo de mota costará un dólar.

Alertan médicos –espantados con el petate del muerto—que no habrá forma de combatir la acción mariguanófila. Y que los hospitales estarán atestados de consumidores a la grifa ante la laxitud para conseguirla. Todo el país andará pacheco.

Mas no se trata de atacar las consecuencias, sino de prever. Y que no es cierto que erradicará el narcotráfico con su despenalización. No, de acuerdo. Pero sí disminuirá de manera sensible.

Platico mi pachecosa experiencia –que el lector disculpará por el espíritu protagónico, pero vale la pena–: de los 15 a los 18 años, en el barrio de la Pensil –aquella que inmortalizó Chava Flores en los Pulques de Apam—consumí “hierbabuena” de forma recreativa. Sábado o domingo me daba dos veces el socorrido “tanque lleno y rol”: en un círculo de cinco o seis amigos rotábamos el churro un par de veces después de darle tres intensos jalones.

Incluso, cuando los conectes, vendedores de los carrujos mariguanos, no llegaban al barrio, acudíamos al Campo Militar Número Uno. Ahí, los soldados vestidos de olivo–verde que te quiero verde– la expendían y la única barrera era una malla ciclónica: 20 pesos era el costo promedio por unidad para unas 15 dosis. Nunca puse un centavo para su adquisición, pues no era adicto.

Eso sí, nunca dejé de hacer deporte. Jugaba cascaritas de cualquier deporte en la calle, o en partidos llaneros de futbol, mi pasión hasta la fecha. Paulatinamente, dejé de quemarle las patas al chamuco. Hasta que llegó el momento en qué pensé que podía disfrutar la vida sin echarle humito diabólico a mi cerebro. Hace más de 40 años que la probé por última vez.

Ya no requería de aquellas dos o tres horas efímeras de ensueño donde se aguzan todos los sentidos del cuerpo. Personajes que se han dedicado a la actividad creativa –escritores, compositores (Agustín Lara)-, pintores, artistas, cantantes, políticos (Barak Obama), albañiles, choferes, militares, entre otros muchos, llegaron a consumirla esporádicamente.

Algunos amigos fallecieron, la mayoría asesinados. Ninguno por sobredosis de mota. Alejandro, casi hermano, murió a los 48 años de edad, en 2004. Años atrás había dejado de consumir mariguana y se hizo alcohólico. Su deceso fue por cirrosis.

Mis hijos también la probaron y acabaron por dejarla. Nunca pegué el grito en el cielo. Siempre los alerté de los pros y contras, según mi experiencia. Eso sí insistí: nunca mezclar mota y alcohol. Fue desagradable las dos veces que lo hice. 

Ambos heredaron mi amor por el deporte. Desde hace casi 20 años corro 20 kilómetros diarios. Sólo después de comer tomo una cerveza, una cuba, o un tequilita.

Cada quien de manera individual y familiar enfrenta su propio proceso de vida. Somos irrepetibles. No soy ejemplo a seguir. Sólo comparto mi experiencia.

Recuerdo a Eruviel Avila, gobernador del Estado de México, hace unos meses. Durante un acto público, a raíz de la polémica sobre la despenalización de la mariguana, dijo que ni él, ni los ahí presentes imaginaban a sus hijos pidiéndoles para comprar un cigarro de mota.

Se infiere que accedería si solicitara dinero para comprar una botella de ron, tequila, brandy, whisky o una cajetilla de cigarros. Está científicamente comprobado que su consumo consuetudinario si puede llevar a la muerte.

Todo indica que su Alteza Serenísima tiene un pensamiento similar. Es mexiquense, también, de nacimiento. Igual está en contra de la despenalización. Y no se puede esperar más de alguien que –entre otras muchas cosas que lo descalifican para la investidura que usurpó– desconoce el nombre de tres libros.      

Para evitar prejuicios todos –padres de familia, papases y mamases— deben probar a la juanita. Los invito. ¡Nada pasa! Neta del planeta. Quizá teman, inconscientemente, que les vaya a gustar. No estaría mal. Siempre y cuando sea de manera recreativa y realizando ejercicio diario.

Ahí está el milagro para reducir el riesgo de una adicción: la activación física. Y a grandes males, grandes remedios. 

Últimas Noticias

Artículo previo
Siguiente Artículo

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here