Agora Deportiva
Jesús Yáñez Orozco
“No sé qué tengo en los ojos que puros ratones veo, después del milagro guadalupano que permitió al Tritanic estar en el Mundial de Brasil”, confesó mi médico de cabecera, Aquiles Mata, luego de escuchar una curiosa analogía atlética de su Alteza Serenísima. Comparó que, al cumplir el primer año de su administración, ha recorrido siete de los 42 kilómetros 195 metros del “maratón”, que espera finalizar con éxito, Dios mediante en 2018, estimulado con inyecciones del doping de las reformas transformadoras: fiscal, educativa, energética, política y telecomunicaciones.
“Maratón o ¿más ratón?”, cuestionó hiriente el galeno, mientras miraba desternillado de risa la ilustración, foto, de Ágora sobre la columna titulada Humor Ratonil en Análisis a Fondo.
Encarrerado, el resucitado Espíritu de Antonio López de Santa Anna, desde el ojo ciclópeo televisivo a todo el país, emuló el también mito de la gesta del soldado griego Filípiades — en el año 490 Antes de Cristo se habría petateado, le dio el soponcio, de lo que ahora llaman muerte súbita los médicos del deporte, tras haber recorrido 37 kilómetros desde Maratón hasta Atenas (que se convirtieron en 42.195 kilómetros en justas olímpicas) para anunciar la victoria sobre el ejército Persa— agregó triunfalista como si ganara una ficticia medalla de oro:
“No hay tiempo para detenerse a celebrar” (sic).
Festinar ¿qué?: ¿El crónico triunfalismo oficial? ¿La deteriorada economía familiar? ¿Salarios famélicos? ¿Desempleo galopante? ¿Inflación? ¿La desorganización en la lucha contra la delincuencia organizada? ¿Agresiones y asesinatos de periodistas?¿Las eufemísticas reformas estructurales? ¿El maquillaje –que no de “Marx Factor”— de cifras oficiales? ¿Qué el territorio nacional se haya convertido en una fosa común de costa a costa y de frontera a frontera? ¿Qué somos los más timbones del mundo? ¿La vergonzante calificación de la Desesperación Nacional a Brasil 2014? ¿O que la compra del histórico club Atlas, por parte de Grupo Salinas-Azteca, refuerce la inmoral multipropiedad que sólo sucede en el futbol mexicano al amparo del poder?
De qué hablas Willis.
“Hay que seguir avanzando con paso firme y decidido hasta llegar a la meta”, puntualizó durante la ceremonia de la de entrega del Premio Nacional del Deporte 20012 en la residencia oficial de Los Pinos.
En solitario su Alteza Serenísima, con la lengua de pechera, discurre mientras el pueblo — alguna vez llamado “el jugador número 12”– abandonó la carrera desde el kilómetro uno. Que alguien le avise que va solo y su alma rumbo a la meta.
Según encuestas divulgadas en la prensa nacional, la población dio un amargo regalo de cumpleaños a la actual administración: 61 por ciento puso tache a los 12 primeros meses de gobierno.
Pero, pese a la adversidad y los nubarrones descalificadores en el firmamento, el Espíritu no se arredra. Y, espada desenvainada en la diestra siniestra, sofocado por el esfuerzo verbal maratónico, agregó:
“Para hacer posible que haya más deportistas mexicanos exitosos, el Gobierno de la República está determinado a convertir a México en una potencia deportiva”.
“¡Sácale las babuchas!”, exclama Aquiles Mata.
Para alcanzar este objetivo, sigue incansable en su delirio discursivo, la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) “trabaja con una visión de largo plazo para reorganizar el sistema deportivo del país y elevar su calidad y eficacia”.
El remedio y el trapito, como cada seis años, para hacer campeón a México en todos los ámbitos de la vida nacional e internacional. Pero son made in china y nadie sabe.
Subrayó que durante este año los deportistas mexicanos han obtenido más de mil medallas en justas internacionales, destacando 382 de oro; varias de ellas se obtuvieron en disciplinas que México no dominaba, incluyendo deportes de conjunto. Aunque no precisa, la mayoría son preseas patito.
Una fue la olímpica, obtenida en futbol por los, aquí sí, Súper Ratones Verdes que desquició, al borde den internamiento en el maniquiur, a los dueños del balón y a los dirigentes Federación Mexicana de Futbol: hicieron una película sobre el suceso roedor. No imagino qué sucederá cuando la Deserción Nacional conquiste un Mundial de Futbol.
Para que no decaiga el ánimo del Espíritu triunfal de Su Alteza aquí van unos datos de medallas olímpicas conquistadas por México, que seguro desconoce, en doloroso contraste con las obtenidas por Cuba: 62 medallas: 13 de oro, 22 de plata y 27 de bronce.
La Isla: 208: 72 oros, 67 platas y 69 bronces.
¡Ups!
El deporte, coinciden sociólogos, es reflejo de un país.
El gobierno castrista ha alcanzado esos logros, y ha superado todas las adversidades imaginables, pese al bloqueo económico impuesto por el país de las Bardas y las Estrellas hace más de 50 años, tras el triunfo de la Revolución en 1959. Su régimen socialista establece realizar planes quinquenales en todos los rubros sociales para poco más de 11 millones de habitantes. Nada se improvisa. Todo se programa. Es censurable, sí, la mísera libertad de expresión.
México, cuyo movimiento armado inició en 1910, fue fuente de inspiración para los expedicionarios que se embarcaron rumbo a Cuba, encabezados por Fidel Castro y Ernesto “Ché” Guevara.
Mas no sólo los anoréxicos y bulímicos logros deportivos, sino el mar de las crónicas crisis económicas en las que nadamos los mexicanos desde hace más de 40 años, son producto de que la Revolución Mexicana, convertida en chisguete político por otros Ratones Verdes: los del Partido Revolucionario Institucional. También son tricolores.
Aquí se inventa un país cada seis años.
Qué mejor manera de significar esta fecha, añadió su Alteza Serenísima, “que justamente al lado de ganadores que son inspiración para las grandes metas que este Gobierno se ha trazado y son inspiración para todos los mexicanos”.
Y más, para que no se diga que la pobreza discursiva no se ejercita, añadió ufano: “todos nos hemos puesto invariablemente la camiseta de México”. No se ha dado cuenta, tampoco, que desde hace décadas encuerados andamos.
Pos… ¿di´onde, tú?
